sábado, 12 de septiembre de 2020

RECUERDOS DE ABRIL 65

Chequeo militar norteamericano en la avenida Duarte
Cuando los soldados norteamericanos invadieron el país en abril de 1965 era yo apenas un  muchacho.

Papá era oficial en el campamento 16 de Agosto donde junto al campamento 27 de Febrero se inició la revuelta.

Estuvo al punto de perder la vida defendiendo el perímetro de Radio Santo Domingo, luego RTVD, estación que en poder de los constitucionalistas fue ametrallada y bombardeada por los aviones de la Base Aérea de San Isidro.

Como muchacho al fin, no puedo decir que tenía criterios políticos ni ideológicos, aunque en mi casa los soldados comandados por mi padre la convirtieron en una especie de polvorín, donde habían bazookas, ametralladoras 50,  calibre 30, fusiles Máuser, ametralladoras Cristobal, fusiles FAL, no desplegadas sino almacenadas en un cuarto, porque cuando se inició la revuelta, los soldados constitucionalistas se llevaron muchas armas de los cuarteles.

Mientras papá, y los soldados bajo su mando, estaban en la calle peleando, yo me ponía a jugar con esas armas sin que nadie se percatara.

Una vez salí con un fusil FAL a la calle y comencé apuntar a todo el mundo, y se armó un juidero. Cuando los vecinos le dieron la queja a papá, me dieron mi boche.
Pero bien, el caso es que cuando llegaron los americanos, que instalaron campamentos con tiendas de campaña en algunos lugares de la ciudad, vivimos la experiencia de entrar a ellos.

Los soldados invasores eran también muchachos, increíblemente jóvenes, que pensaban que iban para Vietnam, y los mandaron para acá, al país del arroz con habichuela, y los cueritos de la Duarte que entretenían a las tropas.

Cuando entraba al campamento de los norteamericanos, cerca del BAMESO, me ponía a jugar carta con los soldados. Me llamaba la atención el hecho de que las raciones de comida eran todas enlatadas, y las ingerían frías, sin calentar, lo que para mí era inconcebible. Me daban de su comida y no la aceptaba. Imagínense, uno en su casa con su morito de guandules con coco y carne de cerdo guisada con tayota. Ojalá los gringos comer eso...Estábamos en guerra, pero no faltaba "la comía". Hasta los comandos constitucionalistas comían bien con unas mujeres que les cocinaban. Y bebían, porque se bebieron el bar del Restaurant Panamericano, en El Conde, que estaba cerrado durante la contienda, pero ellos lo abrían.

Más que nada entraba al campamento para practicar el inglés con los jóvenes soldados, que escuchaban una emisora que los norteamericanos habían instalado para mantener entretenida a sus tropas. 

No era otra que Radio Universal, con estudios en el antiguo hotel Jaragua, donde los disc-jockeys estadounidenses implantaron por primera vez ese estilo ágil de animación hablando en inglés y tocando rock y otros ritmos norteamericanos.

(Recuerdo que José Joaquín Pérez los fue a ver, y desde ahí se convirtió luego en Jo Jo Pérez, con ese estilo de animación de ¡oh yeah!, en Radio ABC).
Estuve visitando y codeándome con los gringos, conociendo de su cultura, muchos de los cuales ni sabían por qué estaban aquí.

Hasta que un oficial norteamericano, advirtió de nuestras frecuentes visitas al campamento y nos prohibió la entrada.
Decía que era un peligro estar permitiendo la visita de civiles a una base norteamericana en tiempos de conflicto.

Ello en razón de que en Vietnam, muchachos y mujeres que visitaban las bases norteamericanas, instalaban bombas que cuando detonaban mataban a muchos soldados.

Y aunque esto no era Vietnam, había que tomar precauciones.

Eso me explicó un soldado amigo cuando no me dejaron entrar mas al campamento.

5 comentarios:

  1. El mismo lo admite:

    Zorro estaba "adentro"...no afuera, peleando contra "las fuerzas invasoras".(AS)

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    1. Pero tu no leiste que el era un muchacho cuando eso?como lo vas a enteder si no tienes 2 dedos de mente.Tu peleas como anonimo y detras de una computadora siendo un manganzon y no un muchacho.

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  2. El zorro estuvo alli, pero la historia le falta algo, las chamaquitas que se tiro haciendose victimas de los tiroteos y visitando casas ajenas.

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  3. Zorro haga la historia de la carajita que se tiraba jugando
    Arroz con leche.
    La más rica.
    Al papá y la mamá
    La botellita.
    Y cuando se iba la luz en el barrio
    Y mirando el chavo en lo coro de la casa que habían tv

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  4. Zorro le agradeceria si pudiera contar algo que recuerde de su padre en combate durante la guerra. Me interesa la historia pero realmente no he leido relatos de combate del 65.

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