Cuentos y recuentos...

 

La Asociación de Músicos, Cantantes, Bailarines y Locutores había organizado para la mañana de hoy una marcha caravana hacia el Palacio Nacional, para protestar por el hecho de que un listado de músicos pertenecientes a la institución que ellos sometieron no fue tomado en cuenta por el Gabinete Social del Gobierno, en el reparto de los 100 millones de pesos para la contratación de los artistas de las Fiestas Populares, hoy llamada "La Feria de la Alegría".

¿Y qué pasó? ¡Que la marcha se suspendió!

Un funcionario del Gabinete Social fue enterado de la protesta y alguien le recomendó que la desactivara, no porque pudiera reunir a un sector importante de artistas y músicos, si no para evitar más ruidos.

¿Como lograron suspender la marcha?

Llamaron a Gladys Martínez, (aquella de Gladys Martínez y sus Bombones, que muchos de hoy desconocen), quien es la presidenta de Amucaba.

Colaron "su cafesito" claro con ella, y la marcha caravana fue suspendida...

Como se sabe, el PLD está detrás de la protesta de músicos excluidos del listado de los favorecidos. Sólo hay que ver cómo se han activado las bocinas del partido y del pasado gobierno.

Pero, ¿quiénes más?

Los managers y promotores que se servían con la cuchara grande de las Fiestas Populares del anterior gobierno, y que ahora están procurando desacreditar la actual gestión de Luis Abinader, lo cual es verificable, porque está a la vista de todos.

Pero, ya la pava no pone donde ponía.

¿Quiénes estaban agitando para que Amucaba fuera a protestar frente al Palacio?

Adió, el hermano de un popular merenguero que fungía como su manager.

Igualmente un promotor que tiene por nombre la tercera letra del abecedario, repetidita dos veces, que trabajaba con el principal promotor de las Fiestas Populares en el pasado gobierno.

Hay todo un entramado de promotores y managers acabando con Peña Guaba y Landolfi, porque en esta ocasión no hay "movimiento en "el bullpen de las águilas", siendo ésta la película "Donde Las Aguilas se Atreven", no importando el Licey.

Ha faltado "el bocado de la boa", y por ello los pulpos peledeistas del espectáculo, agitan detrás de la jauría de los lobos.

Pero es como dice la salsa, "la cosa no es como antes".

El gobierno de Luis Abinader destinó 100 millones de pesos para apoyar a los artistas.

En el gobierno de los pulpos se gastaba hasta 280 millones en esas fiestas, y el robo era tan descarado, que un promotor favorecido por el gobierno de Danilo Medina con esas asignaciones llegó a comprar una finca de 35 millones en San Cristobal, por aquello de que "el que reparte y reparte se queda con la mayor parte".

El mismo se encargó de decirlo a manera de ostentación, y mucha gente lo sabe.

Entonces...¿de qué estás hablando Willy?

Pena y verguenza debe dar.

A manera de corolario de toda esta situación que se ha planteado lo mejor que debería hacer el gobierno es suspender las llamadas ayudas, las fiestas populares.

José Ignacio Paliza, el Ministro de la Presidencia anunció que se pudiera aumentar la asignación para incluir a otros artistas.

Yo no lo haría. Y el año que viene descontinuaría ese aporte.

Hay demasiados intereses gravitando en torno al mismo, y nunca un sector tan voraz y desorganizado se va a satisfacer a plenitud.

Para colmo no lo agradecen, y ni ellos mismos se entienden...

Sólo hay que ver que no pudieron mantener cohesión ni sustentar el logro de celebrar El Día Nacional del Merengue.

Los merengueros terminaron la fiesta como los monos ¡a rabazos limpios!

No se olvida aquella rueda de prensa en Galeria 360 para anunciar los festejos de El Día del Merengue.

Delante de los periodistas, convocados para ese encuentro, se produjo una descomunal pelea ¡a rabazos y rebencazos!, entre los mismos merengueros que estaban en el escenacio.

Así no se puede...

A diferencia de los músicos de México, Estados Unidos, España, Colombia, en el país no hay un sindicato que los acoja y defienda, porque no hay unión.

Músicos y artistas, lo que tienen en la cabeza son los dos diablitos del ego peleando espada, per saecula saeculorum.

Demasiado estupidez y estulticia.