El Pompidou cerrará cuatro años, víctima de su prematuro envejecimiento
Obra de Renzo Piano, Richard Rogers y Gianfranco Franchini, ha sufrido una degradación alarmante. La pandemia ha agravado la crisis
Se ha cumplido la profecía de Tintín: el Centro Pompidou, uno de los museos más visitados del mundo, deberá cerrar durante cuatro años, víctima del envejecimiento prematuro y la baja calidad de conservación de su tela de araña de tuberías ennegrecidas, propia de una «refinería convertida en templo del arte contemporáneo».
Roselyne Bachelot, ministra de Cultura, ha confirmado personalmente la noticia: «El Centro Pompidou estará cerrado durante cuatro años. Había envejecido mal. Desde hace un par de año se barajaban dos alternativas. Proceder a una gran reforma, conservando abierto el museo y el centro cultural. O, sencillamente, cerrarlo durante varios años, para poder realizar unas reformas que deberán transformarlo profundamente».
Se trata de un acontecimiento histórico y catastrófico. En su día, el 7 de enero de 1977, el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges-Pompidou (CNAC), canonizado como Centro Pompidou, fue inaugurado con ultrapompa, presentado como una «catedral de nuevo cuño», «catedral del arte contemporáneo».
Seis años antes, el 15 de julio de 1971, un jurado internacional decidió elegir el proyecto presentado por los arquitectos Renzo Piano, Richard Rogers y Gianfranco Franchini. Un proyecto ultravanguardista que tardó seis años en hacerse realidad, que Tintin, el legendario personaje de Hergé, calificó muy pronto de «factoría», horrorizado. Siguieron cuarenta años de exposiciones. Un éxito de público excepcional. Y una agonía artística y urbanística definitiva.
Sucesivos ministros de cultura tuvieron noticia del estado de degradación alarmante del Centro Pompidou: telas de araña de tubos oxidados, con un mal funcionamiento creciente; averías sintomáticas de una degradación grave; y un alejamiento lento e inexorable del comercio artístico tradicional, para dar paso a una masificación muy alejada de las tareas convencionales del museo histórico. Nadie se atrevía a tomar decisiones que parecían potencialmente catastróficas para la credibilidad museística del Centro Pompidou.
La pandemia y el Covid-19 han acelerado y agravado la crisis. Hace meses, Serge Lasvignes, el director del Centro en funciones, evocó por vez primera el posible cierre. En la mañana de hoy Lasvignes dio la noticia a los sindicatos: el Centro Pompidou cerrará durante cuatro años a partir de finales del 2022 o principios del 2023. La ministra de Cultura confirmó la noticia a última hora de la tarde al matutino conservador «Le Figaro».
La situación había comenzado a tener flecos dramáticos. Hace un par de años que el exterior del Centro tenía una fisonomía cadavérica. La pandemia y el cierre han acentuado los tonos negros de la crisis. Desde hace años, el interior del Centro tenía el rostro patético de la factoría evocada por vez primera por Tintin.
A la espera del cierre de cuatro largos años de trabajos, el Centro Pompidou todavía vivirá largos meses de melancólica «agonía». La crisis lo mantendrá cerrado hasta la próxima primavera. A partir del verano, el Centro comenzará a preparar el cierre anunciado.
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