Joseph Cáceres

 Nicki Minaj debe pagar US$450 mil a Tracy Chapman

Tracy Chapman ganó una demanda contra Nicki Minaj, quien debe pagarle US$ 450,000.

Chapman aceptó la oferta de sentencia de Minaj el jueves, según documentos vistos por Hollywood Reporter, lo que significa que el caso no irá a juicio el próximo año.

Además del acuerdo, Chapman también evita ser responsable de los costos si un jurado finalmente decidiera que sus reclamos no valían esa cantidad.

En 2018, Chapman demandó a Minaj por infracción de derechos de autor, ya que la rapera “tomó prestado” gran parte del éxito de Tracy de 1988, Baby Can I Hold You, para su propia canción, Sorry.

Antes del caso legal, Nicki se acercó repetidamente para obtener los derechos de la cantante de soul para probar uno de sus sencillos más exitosos, pero sin éxito.

A pesar de elegir no incluir la música en su álbum, la canción se filtró y se escuchó en el programa de radio Hot 97 de Funkmaster Flex.

Nicki dijo que “no tenía ni idea” de que la canción sería mostrada y, una vez que se enteró, envió varios tweets a Tracy instándola a ponerse en contacto.

En el fallo, la jueza del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, Virginia Phillips, habría dicho que Nicki tenía el derecho de usar la canción solo en el estudio para la experimentación musical.

La juez supuestamente dijo: “Un fallo que elimine estas prácticas comunes limitaría la creatividad y sofocaría la innovación dentro de la industria de la música”.

Según los informes, Chapman dijo sobre el fallo: “Me alegra que este asunto se haya resuelto y estoy agradecida por este resultado legal que afirma que los derechos de los artistas están protegidos por la ley y deben ser respetados por otros artistas”.

“En esta situación me pidieron en numerosas ocasiones permiso para usar mi canción; en cada caso, cortésmente y de manera oportuna, dije inequívocamente que no”.

“Aparentemente, la Sra. Minaj decidió no escuchar y usó mi composición a pesar de mis claras y expresas intenciones”.

Ella dijo: “Esta demanda fue un último informe, presentado en un esfuerzo por defenderme a mí y a mi trabajo y buscar protección para la empresa creativa y la expresión de compositores y editores independientes como yo”.