jueves, 11 de febrero de 2021

Cristina Saralegui: lista para lo que venga

Tras estar alejada de la televisión por una década, Cristina Saralegui se ha adaptado a una nueva vida en la que no descarta volver a trabajar en un buen proyecto.

Como ya es costumbre, Cristina Saralegui recibió una llamada de su amigo del alma Emilio Estefan en enero, pero en esta ocasión no la buscaba para preguntar qué estaba haciendo o cómo estaba la familia.


 "Me dijo: 'Oye, tú, me acabo de vacunar [contra la COVID-19]'. Y yo le dije: 'No, yo no me voy a vacunar'. Y me dijo: '¿Por qué? No seas estúpida, tú que eres tan inteligente, ¡qué es esto!' ", recuerda Saralegui de la conversación que tuvo con el cubano. "No quería ponerme la vacuna por meterme en todos los websites de noticias, por estar creyéndole al presidente de turno, por estar de boba". Y agrega: "Debería de haber investigado mejor. Si Emilito no me saca de los pelos de mi casa no me inyecto".


El empresario musical —junto con su esposa Gloria Estefan y su sobrina Lili Estefan— está entre las amistades verdaderas que Saralegui conservó tras salir de la cadena Univision hace una década.


 "Tú sabes que en la vida hay química con una gente [y] no hay química con otra. Hoy que llevo tanto tiempo sin trabajar, prefiero [hablarte] de las personas que todavía están en mi vida, que todavía adoro", comenta la cubana de personas como los actores César Evora y Fernando Colunga, la periodista María Antonieta Collins y la familia Quintanilla, entre otros. "No fue como que te botan del trabajo y te vas del trabajo y se fueron. No, ellos están ahí siempre".


También su compañero por treinta y siete años, Marcos Ávila, sus tres hijos Jon, Cristina y Stephanie —hija de Ávila— y sus cuatro nietos. "Son casi diez años que no estoy en la televisión. Lo más importante que considero en estos 73 años de vida que acabo de cumplir es que tienes que terminar las cosas igual de bien que las empezaste", dice la periodista, quien cuida rigurosamente su salud tras su diagnóstico de ataxia, un trastorno que causa, entre otros males, falta de equilibrio y caídas. "Me puse viejita, tengo una artritis que no puedo con mi vida", ríe Saralegui. A lo que agrega: "En esta vida lo que hay que tener es calidad de vida. Si no tienes calidad de vida, por lo menos atrévete a tratar".


Siguiendo al pie de la letra ese precepto, la eterna reina de la televisión no piensa interrumpir su nueva vida, en la cual se levanta a la hora que desea, lee todo lo que quiere en su tableta (noticias, naturalmente, pero también uno que otro artículo sobre ovnis), cuida a sus nietos y hace joyería, entre otras cosas, a menos que un proyecto que le quite el aliento toque a su puerta. "Si te pones a ver Instagram, YouTube, hasta José Luis Rodríguez, el Puma tiene un talk show en su casa. Todo el mundo está trabajando [en] eso que es el futuro; a mí no me interesa", revela Saralegui, quien ha recibido y rechazado diversas propuestas laborales que la tentaron, pero no convencieron. "Me gustaría más hacer un especial de vez en cuando. No quiero hacer lo que ya hice. Ya después de que eres el número uno, ¿qué mas vas a ser? ¿El número cero?".


De su vida en pandemia, sufrimientos, familia, creencias y mucho, mucho más, Saralegui habló en exclusiva desde su hogar en Miami, donde recientemente estuvo de cumple: 73.


"Son casi diez años que no estoy en la televisión. Lo más importante que considero en estos 73 años de vida que acabo de cumplir es que tienes que terminar las cosas igual de bien que las empezaste"


¿Cómo te sientes ahora que cumpliste 73 años?

Todo lo que empieza termina. Son casi diez años que no estoy en la televisión. Lo más importante que considero en estos 73 años de vida que acabo de cumplir es que tienes que terminar las cosas igual de bien que las empezaste. Veo mucha peleadera, mucha bobería; no, las cosas hay que hacerlas bien y terminarlas bien.

Estuve en el aire veintidós años que es muy difícil [lograr eso y] haciendo el mismo show, en español y una sola persona. Sé [lo difícil que fue] porque soy periodista de prensa escrita y antes de estos veintidós años en televisión, estuve veinte años en la compañía que hacía Vanidades, Cosmopolitan; ahí me crie. Empecé cuando tenía 17 años.


¿Qué es lo que más recuerdas de esa época?


He tenido suerte. Casi no podía escribir en español porque toda mi educación [fue en] inglés. Tenía que escribir para mi jefa que era una colombiana candela, se llamaba Elvira Mendoza. Esa mujer me enseñó lo que es el periodismo decente, del bueno, del que no se dice mentiras. Ella me enseñó a ser periodista y estar orgullosa de mi trabajo. Estuve en esa compañía veinte años, después me casé con Marquito.


Y Marquito empezó desde el primer día: 'No, chica, tú estás muy cómoda aquí'. Y él me convenció de [irme] para la televisión. Me fui para Univision y me quedé veintidós años, y me pasó lo mismo. Me sentí siempre apreciada, respetada, en una gran familia, en donde la gente de antes era increíble.

Mi trabajo se lo debo a Don Francisco, quien fue quien me recomendó. Gracias a él conseguí una carrera nueva después de [estar] veinte años en la prensa escrita.


¿Ves mucha diferencia con la televisión de ahora y la de antes?

Antes no había envidia ni todas las boberías que hay ahora de quítate tú para ponerme yo. Te ayudaban y yo ayudaba tanto también [sobre todo a los] más jovencitos. Ese es el rollo; tuve suerte de caer en dos lugares donde se me trataba como parte de una gran familia.

Todavía todos esos productores que tuve —que eran cantidad— me llaman, todos me escriben, me vienen a ver. Ahora con el coronavirus no, porque está de madre la cosa [risas].


Esa gente a la que ayudaste, ¿te tendió la mano cuando saliste de Univision? ¿Siguen en contacto contigo? ¿Fueron agradecidos?

Tú sabes que en la vida hay química con una gente [y] no hay química con otra. Entonces en el trabajo mío y tuyo es importante, yo pienso, no tener demasiada intimidad con la gente que estás cubriendo porque si no, ¿cómo le preguntas algo que no les gusta? Vienen y te reclaman. A la larga lo que sufre es tu trabajo.

Hoy que llevo tanto tiempo sin trabajar, prefiero [hablarte] de las personas que todavía están en mi vida, que todavía quiero, que todavía adoro. Por ejemplo Emilio y Gloria Estefan; ellos me presentaron a Marco, mi marido.

Llevo casi treinta y siete años de casada. Los quiero mucho a ellos y no tengo cómo pagarle a Emilio todo lo que ha hecho por mí. Por ejemplo, lo de la vacuna del coronavirus, Emilio me llamó. 

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Cristina La Revista, que duró quince años, me costó mucho trabajo hacerla, más que el show. Había una muchachita colombiana que empezó conmigo en Cosmo que se llamaba Luz María Doria. Ella era mi bebita de Cosmopolitan y de TV y Novelas, fui su primera jefa. Estuvo conmigo muchos años. Le enseñé a hacer televisión. Ella es muy penosa y no le gustaba sentarse en cámara, entonces yo la obligaba y le decía: 'Tú no sabes nunca cuando vas a necesitar otro trabajo… [risas] aprende que esto es gratis'. Y ahora es productora de Despierta América. Estoy tan orgullosa de ella también. [Su nuevo libro] lo tengo en mi mesa de noche.


¿Cuál crees que sea el futuro de la televisión?

Muchas personas perduran, pero tienen que entender que todo lo que sube, baja. Todas las cosas en la vida se terminan. La gente se muere, la gente se pone viejita; yo me puse viejita, tengo una artritis que no puedo con mi vida [risas]. Nadie es para siempre y nadie debe de ser para siempre. Si no, no cabríamos en el planeta, mami.

La televisión de cuando yo era jovencita [se acabó]. La televisión de hoy en día es digital. Me han hablado muchísimo para hacer un talk show digital, ahora si te pones a ver Instagram, YouTube, hasta José Luis Rodríguez, el Puma, tiene un talk show en su casa. Todo el mundo está trabajando [en] eso que es el futuro; a mí no me interesa.

Cuando tú haces lo que he hecho yo, hay que retirarse, hay que darle chance a los que vienen atrás. ¿Cuál es el futuro? Más electrónica, más programación.


Mi hobby, ahora lo que hago mucho, es ver mi tableta, veo televisión y leo las noticias en una tableta de Apple. Como tengo 73 años, ya mi vista no es lo que era antes. Ahí puedo leer en la noche a oscuritas cuando Marquito se duerme. Veo televisión, lo que yo quiero ver, no lo que me dice el programador de una cadena que hay que ver a tal hora y en tal canal. Veo lo que se me da la gana y eso antes era inexistente.

Antes, cuando era joven, vetaban gente y me decían: 'Este no puede ir en esta cadena, este no puede ir en esta revista'. Viví todo eso y yo les decía: 'Aquí mando yo porque es mi nombre el que se va a desbaratar y yo voy a poner a quien se me dé la gana, quien pienso que me vende y punto'.

Te voy a dar un ejemplo. Yo hacía muchos programas musicales y nunca había habido un reguetonero en un programa musical porque no les daban premios, consideraban que las letras de sus canciones y sus bailes eran demasiado provocativos, y no los ponían. Yo los ponía. Empecé con Daddy Yankee. Y un día tenía a Pitbull, y a ese niño yo lo he apoyado en todo porque me parece que es tremendo talento igual que Daddy.

Nadie les daba chance antes; no fue solo abrirle la puerta a una persona con nombre y apellido, fue abrirle la puerta a todos los reguetoneros.


¿Fue fácil retirarte?

Fue muy difícil porque yo no me fui de mi trabajo, a mí me botaron, me echaron. No estaba preparada para eso. [Me dijeron:] 'Cristina, esto no tiene que ver con rating, esto tiene que ver con que es un programa que ha estado muchos años en el aire y ya queremos dejarlo descansar y que te puedas ir. Queremos ofrecerte que hagas especiales'. Les dije que me dejaran pensarlo y nunca los llamé para atrás porque me pareció una falta de respeto increíble.

Si me sentí mal, sí. Sí me deprimí espantosamente porque yo estoy trabajando desde que tengo 17 años. Extraño mucho, mucho, mucho tener cosas que hacer todo el tiempo.

Teníamos el programa, la revista y 17 licencias de productos [de] muebles, platos, sábanas que me encantaba diseñar. Obviamente [de ser] alguien que está tan ocupada desde que tenía 17 años ahora me la paso todo el tiempo pensando en los platillos voladores, que es lo que más me gusta.(People)

7 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Ahorita salen las sucias MARICONAS de NIURKA a decir que CRISTINA no se quería vacunar...

      Por estarle haciendo caso a (AS)

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  2. Toda esta reseña se hubiera dicho en ¼ parte de lo que se dice. Repitiendo lo mismo.

    Que se sigan llevando de la derecha extrema y que no se vacunen, más ratas muertas y menos votos botados para energúmenos, que solo hacen maldad, latrocinio, chanchullo, desidia, ineptitud, mentiras, vejámenes,
    etc., etc., etc.

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    1. jajajaja pero parece que te olvidas que todas las guerras de US han sido bajo presidentes Democratas (menos las de los Bush), incluyendo la bomba atomica en Japon y las invasiones en RD. Y que la izquierda mato 150 millones de personas en el siglo 20 y llevo a la miseria todo pais que toco (como siguen haciendo ahora).. Tambien te olvidas que fue la derecha quien acabo con la esclavitud (Lincoln) Y la segregacion racial (Nixon) Y la gran amnistia migratoria (Reagan) Y el derecho al voto de la mujer (Harding) Y los Parques Nacionales (Teo Roosevelt).. La verdad es que la ignorancia es un Bliss como dicen los gringos.

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  3. Yo voy a contar lo que realmente paso en Univision, ya que yo era asistente de camara en esa epoca (yo hacia una pasantia de la universidad).. Resulta que Cristina le gustaba humillar a todo el mundo en produccion, sobre todo a los que eran del departamento de produccion ejecutiva.. Habia un Cubano que era Camara Y asistente de plato Y Cristina lo humillaba mucho al joven, hasta el grado que hizo que lo despidieran. El joven cubano se fue despedido pero fue a la universidad y saco sus titulos Y por cosas de la vida fue contratado por Univision directamente en la parte ejecutiva. El joven avanzo y termino siendo uno de los "peje gordo" de Univision Y el fue quien saco a Cristina como una perra como Venganza.

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    1. ¿Entonces CRISTINA era igual o peor de sucia, de plebe y de indeseable como SONIA la hermana de NURIA PIERA...

      que dicen que tiene la boca más sucia que un cuero viejo navajiao del mercano de la Duarte.

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NIURKA BAEZ,
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