Joseph Cáceres

 Cuando Brad Pitt visitó en el 2006 la República Dominicana, con Angelina Jolie, interesado en invertir en un proyecto urbanístico en Samaná, mientras caminaba por la zona colonial de la capital, entró de repente al legendario Mesón de Bari, ubicado frente a las Ruinas de San Francisco.

No entró a comer ni a beber, solo que al pasar por el lugar, al mirar hacia adentro, vio en la pared frotal una obra de arte que le llamó la atención y entró a verla.

Los contertulios habituales del Mesón, ni cuenta se dieron de que era el afamado actor. El empresario George Nader que andaba con él lo hizo saber.

Brad es un amante de las obras de arte.

Le gusta tanto el arte pictórico que casado con Angelina Jolie le regaló una pintura de Winston Churchill llamada ‘The Tower of the Koutoubia Mosque’, considerada una obra maestra, que había comprado por US$2.95 millones de dólares en 2011 al anticuario de Nueva Orleans M.S Rau para colgarlo en su casa.

La pintura había viajado de la posesión del presidente Roosevelt a su hijo Elliott, al productor de cine, Norman Hickman, al coleccionista de arte, Rau, y a la casa de Pitt y Jolie.

Y ahora la estrella de Maléfica, como ya no está con Brad, está subastando la millonaria obra, por la cual está pretendiendo un dineral.

Por lo visto la Maléfica Angelina no está en eso de obras de arte ni cuadros colgados en la pared. Está en dinero…¡en cuartos!