viernes, 5 de marzo de 2021

Joe Biden afronta su primera gran prueba con un ambicioso paquete de estímulo a la economía

Los demócratas tratan de sacar adelante en el Senado una inyección de 1,9 billones de dólares para combatir los efectos de la pandemia, entre cesiones a los moderados y el rechazo de los republicanos

El Senado de Estados Unidos vive jornadas intensas, de frenéticas negociaciones adornadas por esas reglas arcaicas que alimentan la leyenda de la Cámara, mientras se dispone a aprobar un gran paquete de estímulo a una economía golpeada por el coronavirus


Se trata de la prioridad legislativa número uno del presidente Biden. Un desembolso de 1,9 billones de dólares, con partidas para acelerar la vacunación, una nueva ronda de cheques a los ciudadanos, ayudas a los desempleados, así como inversiones en infraestructuras. La previsible aprobación del texto, sin apoyos republicanos, sería la primera gran victoria de Biden y, a la vez, una señal de las dificultades que tendrá para sacar adelante su agenda.


La de este viernes promete ser otra nueva jornada maratoniana en la Cámara alta, en el proceso de aprobación del gran paquete de estímulo a la economía, por valor de 1,9 billones de dólares. La tortuosa tramitación de la que constituye la primera gran iniciativa legislativa de Joe Biden deja al menos tres pistas acerca de lo que le espera al presidente para sacar adelante su agenda reformista, mientras se mantengan estas frágiles mayorías demócratas en las dos cámaras del Capitolio. La primera es que, por mucha experiencia legislativa que tenga y por mucho talante moderado que exhiba el presidente, su propósito de lograr consensos y tender puentes entre los dos partidos no va a ser tarea fácil. La segunda es que, aun sin el apoyo de los republicanos, en una cámara dividida en 50 senadores de cada partido, los demócratas podrán sacar adelante buena parte de sus planes gracias al voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris. Y la tercera es que si los demócratas siguen resistiéndose a legislar para eliminar procedimientos como el filibusterismo, como solicita el sector progresista, los republicanos podrán boicotear buena parte de esa agenda o, cuando menos, convertir la acción legislativa en un proceso endemoniadamente lento y farragoso.


El miércoles, el presidente Biden aceptó nuevos límites en la definición de los destinatarios de la siguiente ronda de pagos directos a los ciudadanos, una pieza central de la legislación. Era la segunda gran concesión en cuatro días respecto al texto aprobado la semana pasada por la Cámara de Representantes, el segundo elemento prioritario para el sector progresista al que se renunciaba en aras del consenso. El jueves por la mañana el Senado, gracias al voto de desempate de la vicepresidenta Harris, aprobó proceder con el debate de la ley. Por la tarde, el senador republicano Ron Johnson echó mano de las arcaicas reglas que rigen las sesiones y decidió solicitar a los empleados de la Cámara que leyeran, palabra por palabra, las 628 páginas del proyecto de ley.


Así lo hicieron los trabajadores, leyendo en alto durante horas, en turnos de 20 o 30 minutos, ante una Cámara prácticamente vacía de un Capitolio en alerta por un posible nuevo ataque por parte de radicales trumpistas. Empezaron a leer a las 15.21 y terminaron pasadas las dos de la madrugada. “Esto conseguirá poco más que algunas afonías de los empleados del Senado”, dijo Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata.


La maniobra republicana no tenía otro objetivo que retrasar la inevitable aprobación de una ley, con amplio apoyo bipartidista en la sociedad, que contempla partidas urgentes de cientos de miles de millones de dólares para distribución de las vacunas, ayudas a las escuelas, complementos a las prestaciones de desempleo, pagos directos a los ciudadanos o ayudas al sector cultural. Los demócratas quieren a toda costa que la ley esté lista para que la rubrique el presidente antes del 14 de marzo, fecha en la que expiran las ayudas al desempleo aprobadas en el anterior paquete. 


Para los republicanos, se trata de un derroche de dinero público en un momento en que la campaña de vacunación y el paulatino retorno a la actividad pintan ya un horizonte de recuperación. 


“Nuestro país está ya listo para una tremenda recuperación, los demócratas heredaron una marea que ya estaba cambiando”, dijo el líder de la minoría republicana, Mitch McConnell.


Este viernes continúa el procedimiento, con tres horas de debate seguidas de una sucesión de votaciones sobre las muchas enmiendas presentadas, lo que hace prever que la sesión se prolongará de nuevo hasta la madrugada. La primera enmienda llamada a votarse es una del izquierdista Bernie Sanders que, junto con el liderazgo demócrata, quiere incluir en la ley una subida del salario mínimo de 7,25 a 15 dólares la hora. El equipo jurídico del Senado señaló el mes pasado que hacerlo por este procedimiento, que requiere solo mayoría simple, no es adecuado.


Pero los demócratas podrían revertir la decisión, algo que la Casa Blanca ya ha descartado en un gesto a los moderados.


Los esfuerzos de los republicanos difícilmente tendrán efecto en el desenlace final. Los senadores demócratas han revisado a fondo el texto aprobado por la Cámara baja y se espera que actúen en bloque en la votación final, en la que tampoco se esperaban adhesiones republicanas. La aprobación de uno de los proyectos de ley más amplios y ambiciosos de la historia del Congreso, que ayer parecía inevitable, será el primer gran logro legislativo de la Administración de Biden. Pero será también una señal de las dificultades que tiene por delante.(El Pais)


5 comentarios:

  1. Hay una realidad,y es que el bipartidismo politico en USA,no deja que los reveses economicos ante cualquier crisis,como la que ha generado la pandemia,no permita que se superen los contratiempos.
    Ahora,el clavito en el zapato del propio partido Democrata es el Senador Joe Manchin por West Virginia.Un recio democrata que piensa como una rosca izquierda.Por el hecho de que se tiene con este proyecto,la intencion de "inyectarle" recursos a los sectores que intervienen directamente en la economia;y el asumiendo posiciones contraproducentes.

    Dando a demostrar,que Biden no tiene la suficiente fuerza para bajarle una linea invariable a sus congresistas.Mientras tanto los sectores en necesidad de estas medidas,como sucede a menudo,son los directamente afectados.

    Un congresista norteamericano devenga un sueldo de mas de 175,000 dolares al año,mas otros beneficios de gastos de representacion.Les he muy comun,fijar posturas de que los planes economicos de cifras elevadas,aun siendo necesarias;no deben ser aprobadas porque incrementan la deuda publica.

    Sin detenerse a pensar,que es la unica medida viable para recuperar cualquier economia del estado,pero que siempre hay garantia de recuperacion de estos presupuestos,porque el gasto publico genera impuestos,y con esto un retorno al estado de estos recursos invertidos y derivados a los contribuyentes.

    Pero que carajo le importa a uno de estos congresistas,estas disposiciones,si con lo que ellos generan,tienen todo resuelto para ellos,gastan poco y ahorran mucho,para invertir esos recursos que devengan de los impuestos de los ciudadanos,en la bolsa de valores,en cuentas de ahorros millonarias,donde hay significativas ganancias sin apenas sudar las bolas y el trasero.

    ResponderEliminar
  2. Es no es iniciativa de Biden, es de Trump desde agosto pasado y Nanci Pelosi se nego ferreamente por politiquería barata.

    La prensa no tiene vergüenza hoy día. Mienten a lo descarado.

    ResponderEliminar
  3. "Eto no se sabe a donde vayas a paral".

    ResponderEliminar
  4. Pero por que cojon les dicen el "covid-relief" si lo que menos hay en ese bill es dinero para el covid. Hay mucho mas dinero dirijido a otras pendejadas que ayuda para los afectados del covid.

    ResponderEliminar

Se valora el envío de comentarios no ofensivos apegados a la moderación.
NIURKA BAEZ,
Moderadora de comentarios