Joseph Cáceres

 Ser genio es ser anormal, aunque positivamente

Ivan Ruiz: Los superdotados no se dan silvestres

Por Johnny Arrendel

Que un preadolescente de una comunidad rural alecciona a sus compañeros a emprender el año lectivo con la firme determinación de cumplir con sus tareas escolares, ahí surge la directriz de Iván Ruiz, productor y conductor principal del Show del Mediodía para ubicar al menor y presentarlo en pantalla. Igual pasa si es una niña que contesta preguntas sobre los símbolos patrios y nuestros personajes históricos o una jovencita que declama un desgarrador poema encarnando a la propia nación. 

Iván buscará realzar sus gestos y eso está bien.

Pero sí es inadecuado que a todo niño sobresaliente que surge en el país, Iván Ruiz de inmediato le endilgue el título de "genio" o "superdotado", en una evidente exageración que en nada favorece a esas personas en formación.

Un niño prodigio, según los estándares establecidos, es aquel  que antes de cumplir 10 años ya domina uno o más campos científicos o artísticos con igual o mayor nivel que un adulto experto.

Un infante superdotado, en tanto, destaca en muchas áreas del conocimiento humano y su coeficiente intelectual supera los 130 puntos. Mientras que los genios raras veces descuellan a edades muy tempranas (como fue el caso de Mozart), sino que se destapan posteriormente y sus coeficientes llegan a los 180 puntos.

De modo que probablemente, con cierta frecuencia se verifiquen en República Dominicana casos de niños precoces, muy inteligentes o talentosos, que son otras categorías (se estima que la mayoría de superdotados son precoces, pero no todos los precoces son superdotados).