El festival ‘Verknipt’ acogió durante los días 3 y 4 de julio a más de 20.000 asistentes en la ciudad de Utrecht (Países Bajos), y ha resultado ser el foco del mayor brote de contagios de COVID-19 del país europeo.
En el evento, que formaba parte de un experimento para comprobar las posibilidades de la vuelta de este tipo de festivales, no era necesaria la mascarilla ni la distancia interpersonal. Además, para acceder al recinto era necesario presentar o bien el certificado de vacunación o en su defecto el de haber pasado la enfermedad, si bien también se permitía
Según ‘NL Times’, durante el primer día se contagiaron 448 asistentes, y en el segundo día de conciertos fueron 516 personas las contagiadas. "Se permitió que la prueba de acceso fuera de 40 horas y los jóvenes actualmente tienen muchos contactos. La explicación puede estar ahí", dijo la portavoz Lydia van der Meer al medio neerlandés ‘NOS’.
La alcaldesa de la ciudad de Utrecht también asistió al festival, y a través de Twitter comentaba que era “especial y también muy emocionante ver a tanta gente tan cerca después de tanto tiempo”.
Marcha atrás a las medidas
Este festival se celebró unos días después de que el ejecutivo neerlandés relajara las medidas para frenar la pandemia de la COVID-19, pero desde el pasado viernes el gobierno tuvo que dar marcha atrás y volver a imponer algunas restricciones después de que se haya producido un aumento de los datos del 500%.
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