miércoles, 21 de julio de 2021


La licitación para la compra de 10.000 penes de madera realizada por la Secretaría de Salud de Argentina desató insólitos reclamos opositores, a pesar de que desde hace años forman parte del material que se utiliza para impartir los programas estatales de educación sexual integral.

La convocatoria, que fue publicada en el portal oficial de compras, especifica que los penes deben ser de madera semidura, con una altura de 17 centímetros, un diámetro de cuatro centímetros y entregados en cajas de cien unidades. También se incluyen 10.000 dispensadores de preservativos y 10.000 maletines de polipropileno natural y de color turquesa en donde serán transportados los materiales.


El presupuesto máximo asignado a esta compra es de 13,3 millones de pesos (alrededor de 139.000 dólares, según la cotización oficial) y los equipos se entregarán en centros de salud, educativos y comunitarios de todo el país, como parte de las campañas para prevenir las enfermedades de transmisión sexual.


La noticia desató de inmediato una discusión en redes sociales que osciló entre las bromas y las críticas de opositores indignados con el Gobierno que, al desconocer que estos programas son obligatorios por Ley, se quejaban de que se destine presupuesto "a comprar penes", y quienes explicaban la necesidad y urgencia de la educación sexual.


El Ministerio de Salud le explicó al diario La Nación que esta licitación se refiere a materiales educativos con los que se capacita a trabajadores de la salud, y atiende precisamente el agravamiento de los indicadores relacionados con las enfermedades de transmisión sexual registrados durante la pandemia.


 "La situación actual de nuestro país en relación con enfermedades de transmisión sexual, como por ejemplo sífilis, manifiesta un aumento de los diagnósticos, especialmente en los casos en adolescentes y jóvenes, todo esto determina la necesidad de políticas de prevención en Salud Sexual, sostenida y de impacto nacional", aclaró.


También destacó la importancia de enseñar el uso adecuado de los preservativos como una de las formas más efectivas de prevenir este tipo de enfermedades.


Mientras la discusión se trasladaba a los medios de comunicación, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, celebró que hubiera tanto interés en el tema porque ello demuestra la importancia de la educación sexual integral.


La funcionaria agregó que las prácticas sexuales protegidas previenen infecciones de transmisión sexual, como la sífilis y el VIH, y que enseñar a usar preservativos es una forma de educar en el cuidado individual y colectivo.


"Gracias porque también dimensiona el valor de todas y todos quienes que trabajan para educar. Nuestro compromiso de favorecer  el acceso a la información siempre", señaló.


La parte negativa del debate fue la ignorancia manifestada por quienes se oponen a la educación sexual integral (ESI) o que desconocen su importancia y cómo se lleva a cabo, y que se limitaron a repudiar o a burlarse de la licitación. Un excandidato presidencial ultraconservador incluso propuso comprar pepinos en lugar de penes de madera, ya que, según él, "tienen la misma función". 


Por otra parte, lo positivo fue que en redes sociales se viralizó el hashtag #MiESI, que utilizaron las y los usuarios para contar las deficiencias generalizadas de la educación sexual, ya que en lugar de información real, el tema suele ser manejado con base en desconocimientos, prejuicios, morbo y estereotipos, lo que se demostró una vez con este debate.

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NIURKA BAEZ,
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