Las instituciones culturales de Puerto Rico siguen luchando por salir a flote
El presupuesto firmado ayer por el gobernador Pedro Pierluisi asegura el funcionamiento de diversas instituciones culturales del país que se han visto amenazadas en los pasados años ante los constantes recortes económicos.
Aunque Puerto Rico destina solo 0.16% de su presupuesto a la cultura, este sector sigue viendo año tras año cómo su presupuesto sigue achicándose por sugerencia de una Junta de Supervisión Fiscal que no ha sabido ser aliada.
En el presupuesto recién firmado, la Corporación de las Artes Musicales (CAM), bajo la que se encuentra la Corporación de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, recibió un total de $4.9 millones, siendo $739,000 específicamente para los gastos y funcionamientos de nuestra principal orquesta. Esta partida -que se logró gracias al reclamo de los músicos- permitirá la operación mínima de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, que necesitaba mínimamente $1.6 millones para poder funcionar como debe ser una institución de este calibre.
El resto del presupuesto de la CAM, que también administra los programas de música y del arte escénico-musical en Puerto Rico, van destinados a pago de nómina, arrendamientos y otros gastos. Cabe destacar que esta corporación no cuenta con director ejecutivo en propiedad desde enero de este año, tarea que le corresponde al gobernador Pierluisi, quien es el que debe recomendar una persona para ser evaluada por la Junta de Directores.
El maestro Maximiano Valdés, director titular de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, dijo que esta situación presupuestaria afectará los conciertos de temporada, el Festival Casals y los programas educacionales que realizan. “No es lo que queríamos y marca una tendencia que espero que se arreste porque la orquesta no puede seguir perdiendo fondos”, expresó Valdés, quien lamentó una vez más que no se comprenda el valor enorme que ofrece esta institución a la sociedad puertorriqueña.
El Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) quedó con un presupuesto total de $14,825,000, pero de ese fondo tienen que hacer diversas transferencias al Museo de Arte de Puerto Rico ($1.2 millones), Museo de Arte de Ponce ($866,000), Museo de Arte Contemporáneo ($346,000), Museo de las Américas ($156,000), Museo de Arte de Bayamón ($61,000), Fundación Luis Muñoz Marín ($437,000), Orquesta Filarmónica ($265,000) y Ateneo Puertorriqueño ($147,000), entre otros.
En el caso de la Corporación de Bellas Artes, esta recibió un total de $3 millones para su operación. En cuanto a las instituciones educativas dedicadas a cultivar las bellas artes, quedaron de la siguiente manera: la Escuela de Artes Plásticas y Diseño recibió $2.5 millones y el Conservatorio de Música de Puerto Rico $4.3 millones. Esta institución dedicada a la enseñanza musical a nivel superior informó recientemente que corre el riesgo de perder la acreditación de la Middle States Commission on Higher Education (MSCHE) si no se corrigen unas observaciones que la agencia acreditadora ha señalado y que están directamente ligadas a la reducción presupuestaria que viene sufriendo. El rector del conservatorio, Pedro Segarra Sisamone, dijo en una entrevista reciente con este diario que le ha planteado la difícil situación a la Autoridad de Asesoría Financiera y la Agencia Fiscal (Aafaf), pero no ha recibido respuesta.
En cuanto a la Oficina Estatal de Conservación Histórica, ésta quedó con una partida de $1,894,000, mientras que Ballet Concierto logró $88,000. La Corporación de Puerto Rico para la Difusión Pública solo recibiría del presupuesto general $300,000 pero condicionados a que se privatice la entidad o se apruebe la legislación para cambiar el estatus a una organización sin fines de lucro sujeto a la aprobación de la Junta de Supervisión Fiscal. WIPR, según su presidente Eric Delgado, continuará operando con fondos propios que han allegado y que le permitirán seguir con su misión educativa y cultural.
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