domingo, 25 de julio de 2021

Por Mario Benedetti

Sentado a la entrada del granero, desgranaba mazorcas un campesino.  Hasta ahí llegó su pequeño hijo y preguntó:

- Tata, ¿le ayudo?

Sin levantar la vista el papá contestó con preguntas: 

-¿Ya hizo su tarea? 

-Si, tata. 

-¿Metió los chivos?

 - Si, tata.

-¿Recogió los huevos?

– Si tata, tres canastas.

 -¿Acarreó el agua?

-Si tata, llené tres baldes.

-¿Llevó la leña que corté a su mamá?

-Si tata, dos viajes de burro.

-Está bien, andele pues, desgrane.

 Sentado y en silencio el niño comenzó a desgranar. Casi terminaban y el pequeño preguntó: 

-Tata, ¿me da permiso de hablar con usted? 

-Claro, mi hijo, ¿para qué soy bueno?

 El niño le dijo con tristeza: 

-Tata, es que mi amigo Remigio le regaló a su tata una camisa linda.

 -Mmmmm,  ¿El que no ayuda en nada a sus tatas?

-Si tata, ese... 

-Hum,  ¿y luego?

-Mi amigo Jacinto le dio a su tata un sombrero de piel negra, muy bonito

-Hum, el que no lleva tareas?

 - Si tata, ese...

- Humm ¿Y luego?

-Toribio le regaló a su tata unos zapatos de piel 

 -Humm, ¿el que lo agarraron robando huevos?

-¡Si, tata, se!

Y así el niño le fue diciendo lo que sus amigos habían comprado a sus papás. 

Al final el papá preguntó: 

-¿Y cuál es su preocupación, mijo? 

-Es que yo estuve juntando para darle un regalo a usted, pero, pero al cruzar por el puente colgante, se me cayó al río la bolsita con el dinero y pues, no tengo para su regalo.

-¿Y so le preocupa, mijo?

-Si tata, porque hoy es Día del Tata, y yo quería darle a usted un regalo.

Aquel hombre de manos duras y piel tostada por el sol, se levantó el sombrero, rascándose un costado de la cabeza dijo: 

-Despreocupate mijo, los regalos no hablan, no obedecen, no ayudan, se desgastan y se tiran. Yo no soy su tata para que usted me de un regalo, ¡no!. Tata lo soy porque lo tengo a usted.  ¿Para qué quiero regalo? Yo le aseguro que todos esos tatas quisieran tener un hijo asi, como usted, obediente, respetuoso, cariñoso, pero no lo tienen. ¡Lo tengo yo, y es mío! Y no lo tengo por un día. ¡Lo tengo por muchos años! ¿Para qué quiero regalo de un día si usted es mi mejor regalo?

Aquel niño conmovido se acercó y lo abrazó. Empezó a llorar diciendo: Tata, tata….gracias por ser mi tata.

-No mijo, gracias a usted por ser mijo


4 comentarios:

  1. (AS)


    Si ese cuento fuera al revés, si en lugar de al padre, el carajito hubiera abordado a su madre el final hubiera sido diferente:


    "no me vengas conque todos los días son días de la madre...y que lo importante es el amor...buscame mi regalo del día de las madres que yo te tuve 9 meses en la barriga coño" (AS)

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    1. As-no, cada quien juzga por su condición, no podría haber dicho peor barrabasada, como las que nos tiene acostumbrado. Qué desgracia el día en que este esquizofrénico encontró este blog para desgraciarnos la vida a los que somos asiduo.

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  2. Buen cuento ese gracias a esta página por publicar cuentos educativos.

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  3. Buen cuento ese gracias a esta página por publicar cuentos educativos.

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NIURKA BAEZ,
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