ANASTASIA EN COCHE

No fue si no hasta las 4:00 de la tarde que me decidí a llamarla, luego de una hora esperándola en el bar de Lile, en la zona colonial, frente al parque.

Apenas me había tomado una jarra de agua de Jamaica, desdeñando la cerveza y el vino, que me había ofrecido Altagracia, la simpática mulata que sirve de camarera en el tradicional lugar de bebentina, reuniones y bohemias, donde solemos pasar las tardes sin prisas ni remordimiento.

¿Vienes o no vienes?, le pregunté, y haciéndose la importante Anastasia me dijo que sí, pero que llegaría en coche.

¿Y qué rayos buscas tú a estas alturas de Uber viajando en coche?¿Tú te estás volviendo loca?

Me insistió en el carruaje,  y para no enfadarla, le dije que sí, que llegara hasta en una carreta de burros, si le daba la gana.

Tratándose de una mujer que siempre se sale con la suya, me dispuse a esperarla, esperando su llegada en coche.

Recordé el tema aquel de “A Santiago en coche”, uno de los primeros de Juan Luis Guerra y 4-40, cuando aún no había sido atrapado por la fama y la fortuna, que le llevó a escindir lo de 4-40, poniendo a los demás cantantes del cuarteto como coristas, a cantar detrás, adoptando la identidad genérica de Juan Luis Guerra, como figura estandarte del concepto.

Ya no hacía falta Maridalia porque no estaba, como tampoco Mariela Mercado, Quico Rizek, en tanto que Roger Zayas Bazán y Adalgisa Pantaleón se salvaron de chepa, pero a nivel de coristas de Juan Luis.

Tampoco hace falta el 4-40 secreto que integraba Victor Víctor, Manuel Tejada, Ramón Orlando, Henry García, y los demás de la cofradía que le dio sustento al concepto original.

Y por supuesto, hace años que pasó “a mejor vida” Bienvenido Rodríguez, quien del tiro abandonó la música, y se dedicó por completo a la radio.

Demasiado fuerte que luego de haberlo apostado todo a Juan Luis, abandonando a los demás artistas del sello Karen, este lo soltara en banda para firmar con una disquera multinacional, como siempre hacen los grandes artistas cuando quieren mecerse y cantar en el pináculo del mundo.

Además, después de todo, no fue en balde. Para Juan Luis zafarse de Bienvenido y su sello Karen, tuvo que soltar una funda de millones, en dólares, tan grande que no la brinca un chivo.

Y como si fuera poco, le tuvo que traspasar su emisora Viva F.M. (autorizada para 20 kilos de potencia) a Bienvenido, que ahora la opera con el nombre de Fidelity, en el mismo edificio donde tiene a La Z.

¡Oh!, pero está llegando…¡Llegó Anastasia!, montada en un coche, como había dicho.

¡Wao! Sólo que se trata de un coche eléctrico, de los que no usan caballo.

Es parte de lo nuevo que la alcaldesa Carolina Mejía ha traído a la zona colonial.

En vez de un caballo, los coches son impulsados por un motor eléctrico.

La sociedad protectora de animales se ha salido con la suya

¡Y Anastasia también!

La verdad es que esta rusa si se unta…