Una de las expresiones y escenificaciones dramáticas que más comprometen la capacidad y el desempeño histriónico es el monólogo, y de eso se trata el montaje de “La Mujer Puerca”, que se está presentando en la Sala Ravelo del Teatro Nacional, en una producción de Hony Estrella, dirigida por Vicente Santos y la extraordinaria actuación de Judith Rodríguez.
Cualquiera pudiera pensar que se trata de una comedieta de las que se suelen presentar con algunas megadivas que juegan a ser actrices. Pero no… Se trata de un trabajo muy serio, en el cual participan teatristas académicos, de sólida formación y trayectoria, que le confieren carácter y singularidad a la dramaturgia del argentino Santiago Loza.
Un monólogo urticante, de intensa acción dramática, que le permite a Judith Rodríguez transitar por los senderos de Dios, poniendo al desnudo su ser artístico ciudadano, a través de un personaje que articula un lenguaje iterativo, descarnado, que rompe con los esquemas, para desentrañar los conflictos existenciales que subyacen detrás y debajo de las apariencias.
La praxis del quehacer escénico más allá del ritual del vodevil dicharachero.
“La Mujer Puerca” es desde mi óptica un estudio ontológico que enfrenta la epistemología de lo racional socialmente impuesto.
En fin, señores, empezamos el año muy bien en teatro, con esta “Mujer Puerca”.
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NIURKA BAEZ,
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