LA NOTICIA Y SU PESPUNTE

Todos los años, una de las más prestigiosas compañías de competencias de danza del mundo atrae a millones de jóvenes con la posibilidad de hacer realidad su sueños de fama en el cine, la televisión o el escenario. Pero detrás de las luces y el ritmo pegajoso, algunos denuncian haber sido abusados sexualmente por el fundador de la compañía así como por maestros y coreógrafos, según una investigación de una agencia de prensa  y el Toronto Star.

Los problemas datan desde la misma fundación de Break The Floor Productions, una compañía de danza con sede en Los Ángeles cuyos dirigentes, según alumnos y docentes actuales y pasados, perpetuaron una cultura de sexo y silencio.

Break the Floor es famosa en el mundo del espectáculo y algunos de sus exalumnos han trazado trayectoria en la música, la televisión y las redes sociales. Docentes y exalumnos de la compañía han bailado en conciertos de Lady Gaga y Taylor Swift, en los Oscar y el Super Bowl. Sus instructores han participado en programas de televisión como “Dancing with the Stars”, “Dance Moms” y “So You Think You Can Dance”. Cuando surgió la pandemia y tuvieron que cancelarse las clases presenciales, Break the Floor contrató a la superestrella de las redes sociales Charli D’Amelio, cuya cuenta en TikTok tiene unos 10.500 millones de “likes”, para grabar videos instructivos.

La compañía fue fundada hace 22 años por un carismático bailarín llamado Gil Stroming, quien en la década de 1990 se hizo famoso actuando en el musical “Tap Dogs” del circuito off-Broadway.

Hoy Break The Floor atrae cada año a unos 300.000 estudiantes de danza, algunos de tan solo 5 años de edad, a salones de hoteles en todo Estados Unidos y Canadá para talleres y competencias.

Pero en enero, en momentos en que la AP y el Star investigaban denuncias de abuso sexual en Break the Floor, Stroming anunció que renunciaba a la dirección de la compañía.

El nuevo propietario, Russell Geyser, aseguró que la actual compañía no tiene nada que ver con esas acusaciones y que las personas acusadas ya no trabajan allí. Añadió que en sus primeros 10 días en la institución cuatro personas fueron despedidas.

El escándalo estalló en octubre del año pasado, cuando el Toronto Star reportó denuncias de acoso sexual y conducta depredadora por parte de instructores de Break the Floor.

Una adolescente nacida en Toronto denunció que un coreógrafo famoso le sugirió tener sexo apenas horas después de evaluarla en una competencia en 2012. Un bailarín de Ottawa que trabajaba como asistente en la compañía denunció que ese mismo coreógrafo lo manoseó en público.

Sí, pero no vean ni oigan eso como tambores lejanos, que aquí también se cuecen habas en escuelas de danza, y en gimnasios donde acuden las esposas de empresarios, funcionarios del gobierno y gente acomodada.

Si supieran las cosas que pasan...

Mientras ellos salen al trabajo a sus empresas, comercios, o a las oficinas públicas, sus esposas van al gimnasio, en apariencia una actividad sana.

Pero la carne tienta...y hay muchas que se dejan "tentar" o que busca quién la "tiente".

Hay un gimnasio famoso por ahí donde se producen frecuentes escándalos, que al parecer no llegan a los oídos de quienes pagan el servicio a sus esposas.

Los entrenadores, expertos en conducir rutinas de ejercicios se están surgiendo con "la cuchara grande", con mujeres que van a los mismos dizque a buscar "cuerpos esculturales", o como parte de una rutina de salud.

Imagínense usted, con unos tipos "entrenadores" de fitness, fornidos, a los cuales las "clientas" les conceden la mejor confianza para recibir "adiestramiento" sobre cómo moverse y usar las máquinas.

Saben dónde colocar la mano para "entrenar", y a la vez para "excitar", tocando los cuerpos de mujeres ajenas, quizás "desatendidas" o con ganas de vivir otra experiencia.

Más que un gimnasio, es una carnicería la que hay ahí...

Lo voy a dejar ahí, para que algunas "damas honorables" sigan siendo "honorables".

Pero, con zorradas razones, el Zorro se las sabe todas...