EMMANUEL EN EL TEATRO NACIONAL

Muchos son los conciertos de artistas internacionales que se presentan en el país.

Luminarias del canto que se presentan en el Teatro Nacional llegan con solo seis músicos acompañantes, que no podemos negar hacen el trabajo, aunque algunos se auxilian del recurso de la secuenciación.

En el caso de Emmanuel, vino con doce músicos, cuatro coristas, sin contar el “crew”, que por el montaje, la puesta en escena, los recursos gráficos, de animación, las luces, hay que suponer entraña una cantidad de gente y de elementos, que pocos asumen, sin considerar los pasajes de avión, el costo de habitaciones de hotel y todo lo que conlleva el andamiaje.

Y es de lo primero que hablo, porque no soy de los cronistas que solo atinan a decir que todo estuvo "muy bonito", incapaces de conceptualizar un espectáculo y se dejan guiar de lo que les ponen a decir en las notas de prensa que hacen los promotores de espectáculos y conciertos y que  ni siquiera muchas veces han visto.

Flaco servicio a este oficio que practican los llamados “periodistas de notas de prensa”. 

He visto, como ya les conté, a Emmanuel desde su nacimiento. Cuando entró al sello RCA en sustitución de José José, cuando se les fue.

Después del intento que doña Muñeca Selman (representante del sello RCA en el país) hizo con el criollo Omar Franco, que se lo llevaron para USA, para que fuera esa figura, y lo descartaron y pusieron a Emmanuel.

La razón ya se la expliqué, y no la quiero repetir para no dañar más al amigo Omar Franco, quien desaprovechó la gran oportunidad.

Vimos a un Emmanuel este sábado en el Teatro Nacional, ya con algunos años encima, aunque no tantos como los de Raphael.

Vigoroso, activo en escena, dando su clásica patada en el aire, con su aire de torero.

Con una orquesta de músicos espectaculares.

Quiero dormir cansado, Pobre Diablo, Tu y Yo, Todo se derrumbó, Toda laVida, Insoportablemente Bella, Tengo mucho que aprender de ti, Este terco corazón, son de los éxitos que pusieron a vibrar al público que abarrotó el Teatro Nacional, como pocas veces se ha visto.

Sillas hasta en el foso, habilitado para acoger más gente, como también en algunas esquinas, la platea llena, el balcón y los palcos laterales.

Se botó César Suárez Jr. con este concierto de Emmanuel tan exitoso, donde demostró que la capacidad y la experiencia acumulada no se improvisa.