domingo, 4 de diciembre de 2022

Alrededor de la conducción y los coches, ya sean clásicos o modernos, siempre han surgido muchos falsos mitos, algunos más coherentes que otros. Para que no os den gato por liebre, en el artículo de hoy os traemos 6 falsos mitos sobre los coches clásicos. ¡No te lo pierdas!

Los coches clásicos son más baratos de arreglar que los modernos.

Este primer mito, no es un mito del todo. Es cierto que los coches clásicos suelen tener unos mecanismos y una estructura interna mucho más sencilla que los coches modernos y, por lo tanto, si dejas fuera la electrónica, el arreglo puede salirte mucho más barato. El problema es que encontrar piezas y recambios de coches clásicos no es tarea fácil y cualquier arreglo puede salirte por un ojo de la cara si tu coche necesita una de esas piezas imposibles de encontrar.


Los Citroën 2CV nunca vuelcan.

Lo creáis o no volcar un Critroën 2CV es realmente difícil. Esto es debido a que su centro de gravedad es muy bajo y sus neumáticos son muy estrechos. Pero esto no quiere decir que sean imposibles de volcar. Aunque es cierto que circulando en sentido normal es complicado volcarlo, en cuanto se echa marcha atrás de forma brusca, el 2CV casi siempre acaba boca arriba. Esto sucede porque el momento cinético que genera el peso del motor al iniciar el giro a contramarcha provoca que el coche vuelque fácilmente.

Guardados en el garaje, los coches clásicos no se oxidan.

Desgraciadamente, pocas cosas previenen el óxido en los coches. El precursor del óxido, la corrosión, tiene su origen en la humedad relativa del aire. A no ser que tengamos un garaje completamente aislado y con un sistema de absorción de la humedad, las bajadas de temperaturas o los días lluviosos pueden hacer que la humedad relativa suba en el ambiente del garaje y la corrosión comience a atacar a nuestro coche.

Los coches clásicos son más seguros.

Aunque parezca que los coches modernos son menos robustos y estables que los clásicos, la innovación y las nuevas tecnologías han conseguido que la seguridad dentro de los vehículos sea cada vez mayor. Los automóviles modernos integran una estructura más resistente en el habitáculo, lo que permite que el coche se destruya, pero salve la vida de los habitantes. Además, integran muchos elementos de seguridad activa y pasiva que antes no existían, como airbag, cinturones de seguridad, columnas colapsibles, etc.


Los Rolls Royces clásicos nunca se estropean.

Es cierto que uno de los puntos fuertes de esta marca es su fiabilidad, sobre todo en los coches de preguerra, pero es inevitable que se estropeen, como el resto de automóviles. Este mito viene porque, durante la era de mayor esplendor de la marca, al cliente original se le reparaba el coche allá donde hubiese sufrido la avería y cuando este preguntaba cuánto era el importe de la reparación, el mecánico le respondía con un “nada, un Rolls Royce nunca se estropea”. 

Los coches clásicos que solo se usan para eventos no necesitan seguro

Es habitual pensar que, si únicamente vas a sacar tu coche clásico del garaje para un evento o exposición, no sea necesario contratar un seguro, pero nada más lejos de la realidad. La primera razón es que, si el coche va a circular ya sea por ciudad o carretera, aunque sea solo durante unas horas, es obligatorio que esté asegurado. Pero no solo la obligatoriedad es una razón para contratar un seguro para tu coche clásico. Los coches clásicos son bienes de gran valor que necesitan contar con el respaldo y la seguridad de un seguro, pues pueden ser objeto de robos o daños. Además, suelen necesitar un mayor mantenimiento y pueden averiarse con mayor asiduidad, por lo que contar con un seguro te permitirá tener esta parte cubierta.

¿Habías escuchado estos falsos mitos? ¡Esperamos haber resuelto algunas dudas sobre ellos! (Alfonso Figares)

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