domingo, 8 de enero de 2023

La movilidad del futuro está comportando que en la actualidad sean muchas las innovaciones que se integran en las autopistas. Todo ello tiene como objetivo que la seguridad y la sostenibilidad se conviertan en los ejes centrales que marquen la nueva circulación por las vías. De esta manera, el concepto de autopista está en constante evolución. La tecnología es una aliada indispensable en la búsqueda de unos desplazamientos masivos que sean cada vez más cómodos, rápidos, seguros y respetuosos con el medio ambiente.


Así pues, valerse de la tecnología y sus avances —Internet de las Cosas, big data, machine learning, entre otros— parece del todo lógico en el momento de transformación que se está produciendo tanto en las infraestructuras viales como en el tráfico rodado.  La movilidad autónoma y eléctrica, con autopistas conectadas, es el camino que se vislumbra en un futuro para un tráfico rodado fluido, seguro y sin excesos de contaminación.


Dentro de las innovaciones tecnológicas que contribuyen a una movilidad más segura, rápida, cómoda y sostenible en las autopistas, se encuentra el denominado free flow, un sistema de peaje eficiente e inteligente que contribuye a reducir la congestión del tráfico e impacta positivamente en el medioambiente. Además, permite cobrar a los usuarios de una vía sin obligar a parar, ni a reducir su velocidad, y no requiere de elementos que obstaculicen la vía. En la práctica, este método supone la eliminación de cualquier cabina de peaje para evitar que los vehículos deban detenerse para el cobro.


Este sistema sin barreras funciona electrónicamente entre un pórtico —estructura metálica de tres piezas— que se encuentra en la autopista, el cual en su parte superior posee dispositivos de lectura electrónica, y, en un principio, con un dispositivo denominado transponder, TAG o televía, el cual va montado en el parabrisas del vehículo y recibe y envía información al pasar por debajo del pórtico.


En 1986, la ciudad noruega de Bergen se convirtió en el primer uso exitoso de free flow cuando entró en operación como complemento al cobro tradicional con casetas de cobro de peaje. En 1991, la ciudad de Trondheim introdujo por primera vez a nivel mundial el cobro completamente automático a velocidad normal de operación, sin complemento del cobro manual. Hoy Noruega dispone de 25 carreteras con peaje operando al 100 % con el sistema free flow. Se trata del país a nivel mundial que ha hecho un uso más generalizado de esta tecnología. Por su parte, Estados Unidos es el otro país que cuenta con un amplio uso de free flow, pero como complemento al uso manual de casetas de peaje.


Actualmente, este sistema inalámbrico se ha convertido en la vanguardia del cobro inteligente de uso en las autopistas, sobre todo en países de alto flujo de circulación. Países como Argentina, Australia, Canadá, Chile, Singapur, los mencionados Estados Unidos, México, Panamá, Colombia, Francia, Puerto Rico, Israel, Portugal (Via Verde), España (VIA-T), entre otros, lo utilizan en sus vías.


Este sistema incluye además cámaras de reconocimiento de matrículas frontales y traseras, así como detección y seguimiento de vehículos, y sensores de clasificación de estos. 




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NIURKA BAEZ,
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