Joseph Cáceres

Camilín como le llaman sus allegados al hijo del extinto, cantante español, Camilo Sesto, vive su peor momento, fruto del consumo de sustancias tóxica y una severa depresión.

El pasado fin de semana Camilo Blanes, su nombre real, encendió las alarmas de su familia y conocidos cuando publicó fotografías, en sus redes sociales, que mostraron su avanzado deterioro físico. Al artista se le observa desaliñado, demacrado y con una de las pelucas de su padre. Aunque las fotos fueron borradas el mostrado estado de salud de Camilín preocupó no solo a la prensa mexicana.

Su madre, la mexicana Lourdes Ornelas, se mostró desesperada y asegura no saber cómo ayudar a su hijo, luego de que este protagonizara episodios que han dejado al descubierto sus problemas con sustancias tóxicas y con la depresión, situaciones que actualmente lo tienen muy mal.

Camilín, el único hijo de Camilo Sesto (fallecido en 2019) tuvo un accidente en bicicleta, en 2021, que lo mantuvo hospitalizado por un tiempo, y aunque bajó mucho de peso porque su cuadro se complicó.

El programa “Fiesta” reportó que Camilo Blanes ha salido de su casa en varias ocasiones, pero su comportamiento ha sido extraño, pues en una de ellas llevaba una pistola de juguete de bolas de goma, la cual accionó en contra de una reportera, en otra ocasión salió en ropa interior subido a un patinete eléctrico con el que dio una vuelta alrededor de su domicilio.

NO PUEDE AYUDARLO

La madre del llamado Camilín, lamenta que su hijo se esté destruyendo y ella no pueda hacer algo para impedirlo, pues al ser Camilo un adulto, ella ya no sabe cómo ayudarlo.

“Llevo mucho tiempo buscando ayuda para él y me he topado mil veces con una pared de hormigón. Mi preocupación mayor es que su vida está en peligro cada día, de manera constante. Esta enfermedad es muy cruel para él y la familia que lo quiere. Hay quien lo entiende y otros lo juzgan duramente sin saber qué hay detrás”, expresó.

Lourdes Ornelas reveló que su hijo no deja que se acerque a él y no le permite entrar a su casa: “Es adulto y no se puede hacer nada”, lamenta, y afirma que su hijo está “en su peor momento”; considera que Camilo, de 39 años, no está consciente de sus actos, y que sin duda nunca antes había llegado al punto en el que se encuentra ahora.

“Desconozco a esta persona, ya no puedo hablar con él. Nunca había llegado a este punto de inconsciencia o no sé cómo llamarlo”, lamentó.