Joseph Cáceres

El alcalde de Florencia, David Nardella, cree que la falta de educación en humanidades y un turismo entendido solo como “entretenimiento” llevan a extremos como lo acontecido en EE.UU., donde una profesora ha tenido que dimitir por enseñar a sus alumnos el David de Miguel Ángel.

“Pensar que el David es un símbolo de pornografía es la cosa más estúpida que he escuchado. Más aún cuando se trata de un símbolo del renacimiento y de la belleza”, afirma el regidor en una conversación con EFE desde el Palazzo Vecchio, horas después de conversar con la maestra.

El alcalde se encontraba en Nueva York, para asistir a un evento de las Naciones Unidas, cuando se enteró con “estupefacción” de la dimisión de la maestra, motivada por la dirección de una escuela de Florida después de que un padre protestara porque los alumnos de una clase, de entre 11 y 12 años, vieron un desnudo masculino sin censura.

Se trataba de la escultura finalizada por Miguel Ángel en 1504 y expuesta en Florencia, donde recibe a casi dos millones de visitantes al año en Galería de la Academia y una réplica observa a los viandantes en la Piazza della Signoria, frente al Ayuntamiento.

“He tenido una conversación larga con ella y le he expresado la solidaridad del pueblo de Florencia”, afirma Nardella, del Partido Demócrata (PD).

Florencia invita a la profesora de EEUU que enseñó la escultura del David

El ayuntamiento ha invitado a la profesora, Hope Carrasquilla, a visitar la ciudad y ha prometido hacerle entrega de un reconocimiento por tener “el coraje de no aceptar el ultimátum que le dieron y permanecer coherente con su compromiso por la enseñanza”.

La noticia del despido de su dimisión, con repercusión en todo el mundo, ha dado gran publicidad a esta ciudad italiana que ya recibe millones de turistas anualmente, un volumen que no termina de convencer al edil, quien se declara decepcionado por el turismo basado en el “consumismo” y la “diversión”.

“Me da un poco de rabia los turistas que vienen a Florencia unas horas, toman fotos y se van sin entender el patrimonio de la ciudad”, se sincera.

Para el alcalde “el turismo no debe ser solo entretenimiento” y es imperativo invertir en uno de tipo cultural, basado en la “sabiduría y el conocimiento”.

De hecho, recientemente la ciudad vivió otra afrenta contra uno de sus monumentos, cuando un grupo de activistas por el medio ambiente pintó de color naranja la fachada del Palazzo Vecchio como protesta a plena luz del día.

“En esta época de especialización nos arriesgamos a perder de vista los valores que han sustentado la civilización moderna. Y Florencia es una parte fundamental para ese patrimonio mundial”, advierte.

“Por eso creo que la historia del arte se debe enseñar más, especialmente el Renacimiento y no solo en Europa -afirma-. Si perdemos de vista la cultura, fallaremos también en campos como la tecnología, la economía y la física”.