El Acuario Nacional es una institución educativa, científica, cultural y recreativa que tiene la finalidad de proteger y conservar la biodiversidad marina del país, por ende sus autoridades tienen el deber de mostrar de una manera amplia, higiénica y confortable las especies acuáticas que se encuentran en República Dominicana.
Sin embargo, al visitar lo que se supone debe fungir como “atractivo cultural”, se evidenció la gran cantidad de juegos averiados, estantes vacíos, techos filtrados, cristales rotos, hierros oxidados, la falta de iluminación, de personal y de especímenes.
En un recorrido realizado por un equipo de Listín Diario se concluyó que la preservación acuática está en un deterioro progresivo, que con el pasar de los años llevaría a su cierre definitivo.
A las afueras del lugar se escuchaba la risa que interrumpía la vida de los niños y sus padres, quienes, al aproximarse a las exhibiciones, manifestaban su descontento: ¡está vacío!, decían.
Su rostro cambiaba ante esta decepción, por la decadencia del lugar y el poco reflejo de las especies, convirtiendo toda una experiencia acuática, diversa y divertida en “un trago amargo”.
“Vea este lugar aquí (señala un área verde), ahí habían muchísimos patos”, dijo una mujer a periodistas de este diario.
Ayer domingo, varios ciudadanos aprovecharon para quejarse sobre el lugar. Entre los reclamos más concurrentes estuvo la falta de personal.
“Es cierto que el atractivo está en ver, pero, hay que explicar también que aquí no hay nadie que nos guie, o que simplemente te diga: ‘miren ese es tal pez y vive de tal forma’, solo hay unos letreros, pero y si yo no sé leer o si mi hijo es muy pequeño y no puede leer lo que dice”, dijo Ana Bárbara Martínez, quien decidió visitar por primera vez el acuario.
Al entrar a las instalaciones hay unos jóvenes estudiantes que se posicionan en los rincones, pero, aunque parezca que van a guiar, simplemente están allí para hacer el cumplimiento de las 60 horas del programa de labor social, que forma parte de los requisitos para obtener el certificado de bachiller.
Otra de las quejas que externaron los padres fue el “área de diversión”, un lugar que se encuentra en el extremo derecho del Acuario, que colecciona muchos toboganes, casitas y columpios averiados.
“Yo lo opino es que deben mirar esos juegos de vez en cuando, porque mi hijo se iba a subir en esa casita y está rota, tú me entiendes, entonces si no estoy atenta el niño se me cae de ahí porque está roto y él no sabe”, comentó Rosanna Pimentel.
"NO ES OPCIÓN PARA TURISTAS"
Tras 32 años de su fundación y siendo el único patronato de la diversidad marina en el país, el Acuario Nacional “no es una opción para turistas”, según comentó Antonio Echeverría, un colombiano que se encontraba en la instalación marina.
“Conozco este país porque me casé con una dominicana, pero de verdad que este acuario no le hace justicia a su diversidad marina, además es un recorrido que lo puedes hacer en 10 minutos, cuando deberías, mínimo, durar 40 minutos aprendiendo sobre especies, de mi parte le recomiendo a las autoridades que le presten atención porque así como está no es opción para turistas”, aclaró Echeverría.
Williams Bickers, es otro turista que no finalizó el recorrido y no lo recomendó: “como puede ser que este yo en dominicana y no en su gran acuario no haya focas, delfines, y otras especies relevantes del mar, una isla rodeada de océanos como es República Dominicana”.
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