Tony Brito ha sido siempre un aficionado de los caballos y de las reses en su pueblo Bonao. Le encanta codearse con las hacendados de la comunidad para pasearse a caballo por el pueblo, como pueden ver en estas fotos del pasado.
El problema era que solo tenía una vaca, como pobre al fin...
Ya contamos en una ocasión anterior que tenía la vaca en su casa, en el mismo pueblo, en un pequeño garaje. Pero era tan pequeño el lugar, que cuando guardaba la vaca, no podía cerrar la puerta, porque el rabo le quedaba afuera.
El caso es que no pudo mantener la casa como si fuera una hacienda, y vendió el caballo y la vaca, según nos contó, cuando le preguntamos por los animales.
Ha pasado el tiempo, y de nuevo el amigo Tony ha vuelto a sus caballos y a sus vacas, como se puede advertir en las fotografías de abajo que nos envía, con una nota que dice: ¡Esto es lo mío!
Volvió a su pasión...
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