MARISCOS DEL CARIBE

 En nuestros mares no tenemos caviar Beluga, king crabs de los de Noruega ni langosta de la Baja California, (de la que le sirvieron al papa Juan Pablo l I, cuando visitó el país por primera vez en el 1979). Pero  somos una isla enclavada en el Caribe, donde como paradoja el acceso a los mariscos es difícil, por los precios a que se expenden.

Hasta hasta en los puestos de pescado frito de Boca Chica te dan en la madre por un pescadito con tostones, que te venden como “pescado colorado” y no es más que tilapia roja.

Si vas a un restaurante, aparte de las carnes Angus, lo más caro del menú son los mariscos.

Y se pudiera decir que el marisco es caro en todas partes, pero aquí se pasan.

¿Pero saben lo que están haciendo desde hace tiempo muchos pescadores dominicanos?

Mar afuera, (porque no pueden entrar a nuestras aguas territoriales, aunque algunas lo hacen) fondean embarcaciones pesqueras extranjeras a la espera de los pescadores criollos, que van en sus embarcaciones y les venden en dólares todo lo que han sacado del mar en una jornada o día de pesca.

Mariscos que deberían llegar a nuestros restaurantes a precios adecuadas, se van al extranjero.

Lo paradójico es cuando usted va a un restaurante se lo venden como importado, siendo que han salido de nuestras aguas.

Así son las cosas en el extraño país vecino de Haití, donde comen  sardina enlatada con leche condensada.