PARA QUE LO SEPAS

 

Doce años  atrás los grupos económicos procuraban poner de relieve su poder y hegemonía mediante la adquisición de medios de comunicación.

Los Corripio se habían concentrado en la  adquisición de medios (impresos, radiales, televisivos).

Leonel Almonte y el Banco Universal habian adquirido periódico, emisora de radio y canal de televisión.

Y hasta el Banco Popular habia tenía el canal y la emisora de radio de CDN.

Lo propio hizo Bancrédico, que compró todas las emisoras de radio de Rafael Corporán.

Sin contar, el caso más célebre, que fue el de Baninter con Listín Diario, Telecentro, varias estaciones de radio, y los negocios de otros canales de televisión, en acciones como la de Super Canal, y algunos medios regenteados por Julito Hazim.

Hasta que vino la debacle que todos conocemos, y la Junta Monetaria estableció que los bancos no podían meter el dinero de los ahorrantes adquiriendo medios de comunicación, por ser este un negocio muy riesgoso.

(Banco Popular se desprendió de los medios que tenía, y todos saben a manos de quien fueron a parar, y lo propio hicieron otras instituciones del género)

Juan Ramón Gómez Díaz, con canales de televisión y emisoras de radio de gran importancia y relevancia, fue tentado por la idea de tener también un periódico.

Fue una etapa que viví, y que la voy a relatar, porque "hay historias qué contar".

Les cuento que Telemicro no tiene periódico, porque desestimó el proyecto de "La Opción", del cual se hicieron hasta pruebas, que me enseño Juan Ramón Gómez Díaz. 

En mis manos tuve cómo iba a ser el periódico "La Opción", en una edición de prueba, pues se me propuso que abandonara el periódico El Nacional, para que escribiera dos páginas de espectáculos en el mismo. 

Gómez Diaz me dijo que iba a comprar la imprenta que había traído al país el periódico Clave Digital, de  Media Team Dominicana, que dirigía Fausto Adames, el primer periódico digital de importancia que hubo aquí, y que cerró en el 2010 por una situación financiera. Tenía una moderna rotativa en Aduanas, que era la que iba a utilizar para su edición impresa.

Al cerrar Clave Digital, Juan Ramón Gómez Díaz le iba a comprar la rotativa que tenía en Aduanas para su periódico "La Opción". (Todo lo de Juan Ramón es con la palabra "opción": "La Opción de las 12, La Opción de la Mañana", "La Opción de la Tarde", "La Opción Radio".

Con hasta pruebas emplanadas, como les relato, de repente Juan Ramón se alejó de la idea. Planificadores y estrategas de negocios le dijeron que, posicionar, establecer un nuevo periódico conllevaba una cuantiosa inversión económica. Que se tomaría por lo meno cinco años lograr eso, pero que no se podía alcanzar el  éxito. Le dijeron claro que  importantes diarios habían desaparecido, como La Noticia, Ultima Hora, El Siglo, El Sol.

Juan Ramón, que fue guardia, antes de empresario, le hizo honor a la legendaria expresión de "guardia viejo no cae en gancho", y desestimó el proyecto del periódico impreso.

No se sabe qué luz le llegó. Porque aunque el doctor Balaguer decía que la gente creía las noticias cuando las veía impresas, no porque la oyera en la radio o la viera en televisión, con el tiempo, y los cambios, esa concepción hermenéutica no resulta del todo válida.

Con la impronta de las redes sociales, y la aparición de los teléfonos celulares inteligentes, la gente lo tiene todo en su mano.

No hay que esperar los noticiarios de la radio o televisión, ni los diarios impresos, para  saber al instante lo que está pasando, porque está todo en el celular.

Como de igual manera ya no hay que sintonizar el programa  de locutor en la radio para escuchar música, pues toda está en el  móvil, al igual que los videos, y los programas en vivo de la tele.

Mientras algunos empresarios se dedicaron a adquirir periódicos, Juan Ramón se concentró en la televisión y en la radio.

¿Habrá sido acertada su decisión...?

Bueno, en estos tiempos hay periódicos que se mantienen por "obra y gracia del Espíritu Santo".

Y no digo más porque no me conviene soltar la sopa porque está caliente, y me puedo quemar. Mejor la soplo.