Sofía Vergara no deja indiferente a nadie. El lunes por la noche fue entrevistada en El Hormiguero y casi una semana después se sigue hablando de sus ácidas respuestas a Pablo Motos. Con la inteligencia del que se conoce bien a sí mismo, con sus defectos y virtudes, ella es consciente del efecto que provoca y se siente orgullosa de él.
“Estoy agradecida con la vida. A mí estas tetas gigantes y este cuerpo me abrieron todas las puertas, fue mi pasaporte al mundo con 20 años, cuando empecé como modelo, pero hoy tengo 51 años y sigo dentro”, cuenta este domingo en una charla con El País, con motivo de la promoción de su nueva serie, Griselda (Netflix), donde da vida a la narcotraficante Griselda Blanco, jefa de un cártel de la droga en Miami, un trabajo producido por la propia actriz.
“Muy jovencita, desde el instituto, todos los chicos querían estar conmigo. No es que eso me hiciera sentir mejor, pero te das cuenta de que te tratan diferente. Desde muy joven sé mis fuertes y los aprovecho. Pero si solo ves mis tetas, entonces el problema es tuyo”, añade.
“No le temo al riesgo, trabajo como nadie, tengo personalidad, siempre he estado vigilante a lo que había fuera y no he tenido miedo. Hay mujeres más bonitas, más jóvenes, con más tetas y más cuerpo que yo, pero yo sigo dentro porque he demostrado que puedo quedarme. No hago neurocirugía, solo entretenimiento, y lo peor que me puede pasar es que digan que salgo fea o que esta burra no sabe actuar. Puedo soportarlo”, agrega sobre las razones de su éxito y de convertirse en una de las intérpretes mejor pagadas por su papel de la esposa latina Gloria Pritchett en Modern Family.
Actriz por accidente
A sus 51 años, Vergara se muestra en la entrevista agradecida por su éxito profesional en un país que no era el suyo, y también con la vida. “Me siento muy completa. En mi carrera he hecho mucho más de lo que soñaba. Jamás soñé con ser actriz. Fue un accidente. Llevo cuatro años presentando America’s Got Talent, un show en el que me divierto muchísimo, estoy presentando esta serie en todo el mundo, tengo mi marca de ropa y de belleza. Ni se me ocurre quejarme de nada”, cuenta..
“Soy una mujer recién divorciada de mi segundo esposo [el también actor Joe Manganiello], con el que estuve diez años juntos. Mi matrimonio se rompió porque mi marido era más joven, quería tener hijos y yo no quería ser una mamá vieja. Siento que no es justo para el bebé. Respeto a quien lo hace, pero eso ya no es para mí. Ya tuve un hijo a los 19 años, que ahora tiene 32 años, y estoy lista para ser abuela, no madre. Así que, si se presenta el amor, tiene que venir ya con hijos. Yo ya estoy casi con la menopausia, es una ley natural de vida. Cuando mi hijo sea papá, que me traiga al bebé un rato y luego se lo devuelvo y sigo con mi vida, es lo que toca”, explica sobre esta nueva etapa de su adultez.
Muy real y coherente en lo que dice.
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