Vean el entrenamiento de estos niños…a ritmo de puro merengue: El llamado merengue derecho, a lo maco o bomba.
Lo importante es que están aprendiendo a tocar un género que es patrimonio inmaterial de la humanidad, que si no lo preservamos desaparece.
Porque “todo tiene su final”, como dice la salsa de Willie Colón, que canta Héctor Lavoe.
Y el futuro del merengue descansa, para su vigencia, en las nuevas generaciones.
Los viejos cumplieron su misión, sin que con se ello establezca que se deban apartar del camino.
Todavía, en su mayoría, tienen mucho que más dar.
PERO ELLOS TOCA MEJOR QUE OMEGA.
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