Joseph Cáceres

No hay Francisco “Pancho” Céspedes más libre que el que interpreta arriba de un escenario. Pero el que está detrás de la entrevista telefónica también parece tener la confianza de expresar lo que piensa.

El cubano está en Puerto Rico porque engalana este sábado el Tropicoro Concert Series en el Fairmont Hotel of San Juan. La Isla es lugar de muchos amigos, como Glenn Monroig y Chucho Avellanet, a quienes, a través de la llamada, se escucha llegar a un almuerzo.

“Hablando de Glenn Monroig, después por la noche voy a grabar una canción de él, un bolero que se llama Yo quiero escribirte un bolero”, adelantó Céspedes.

“Ese bolero va a estar en un disco que me va a producir también Gilbertico Santa Rosa. Quiero hacer un disco de salsa, pero no tuve el corazón ni el valor pa’ meterme en eso. Entonces voy a meter una salsita o dos en el disco y todo lo otro de boleros, boleros a lo Puerto Rico.

 Y te lo digo porque aquí es donde el género ha evolucionado, un poco entre Puerto Rico y Brasil”, consideró el intérprete, que entiende el bolero “a lo Puerto Rico” más cálido.

Admite que más allá de boleristas cubanos, es fan del boricua Cheo Feliciano (1935-2014).

“Cuando escuché Amada mía, de José Nogueras, en la voz de Cheo y después empecé a escuchar todos los boleros en la voz de Cheo, yo dije, ‘¿qué es esto?’ Yo lo imitaba cuando era un muchacho y después, hablando como los locos, tuve la dicha de contratarlo en un club que yo tenía allá en Miami. Le hice una canción que ya la grabé, la voy a meter en el disco. Era para él, pero se murió”, contó.

A los 69 años, Pancho Céspedes no tiene inquietudes artísticas. Hay otros intereses que prefiere indagar, antes que “estar inventando cosas”. Es quizás la razón por la que al momento descarta el disco de salsa.

“En la salsa soy tremendo bailador. Bueno, lo era cuando era más joven, con El Trabuco Venezolano, con Cheo Feliciano, Héctor Lavoe, Willie Colón, con Ismael Miranda, que era el caballo para mí, uno de los bárbaros, de toda esta gente que vino de Puerto Rico. Aunque 

muchos cubanos critiquen por chovinismo... creo que, si no llega a ser por la salsa, el son, la música cubana hubiese muerto un poco. Porque en aquel momento, por las políticas de ostracismo que hay en Cuba, que todo se quedó cerrado ahí, fíjate que en Cuba no se podía ni tocar la música cubana. ¿Para qué hablar de eso? si las artes siempre son importantes y los gobernantes para mí siempre serán unos insectos que pican y que hacen cosas malas en el cuerpo humano”, señaló el cantante.

Además, precisa que “si todavía queremos seguir procreando, reproduciendo la especie, entonces creo que hace falta un bolerito, una balada, una bachata o algo lento”.

Los boletos para Francisco Céspedes en el Tropicoro Concert Series disponibles en Ticketera.