viernes, 19 de julio de 2024

El pasado 12 de julio el poemario “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, de la autoría del chileno Pablo Neruda, Premio Nobel de la Literatura 1971, cumplió 100 años de ser publicado por primera vez, un libro que tuvo una enorme significación en nuestra generación.

Leímos con avidez este poemario de Neruda, cuyo nombre era Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, nacido el 12 de julio del 1904, es decir que el centenario de “Veinte poemas de amor y una canción desperada” coincidió con el natalicio de este gran poeta de nuestra América.

En la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña organizamos una serie de actividades para conmemorar, celebrar, este libro, que Neruda lo escribió cuando tenía apenas 20 años.

Una de las actividades más novedosas fue la exposición bibliográfica “100 años de Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, puesta a disposición del público en el lobby de la Biblioteca Nacional, gracias a la generosidad de Rafael Julián, quien a lo largo de su vida ha podido atesorar una impresionante colección de ediciones de este poemario.

Este señor, abogado de profesión, antropólogo, diplomático y, sobre todo, excelente conversador y ser humano, es dueño de una colección que incluye el primer ejemplar facsimilar de la primera edición de 1924. Además, de un libro confeccionado totalmente a mano, un impresionante ejemplar digno de ser disfrutado, como lo he hecho yo en estos días.

La colección de Julián contiene más de 78 ediciones del poemario y traducciones al francés, italiano, portugués, alemán, griego, turco, inglés y en mapudungun, lengua mapuche de Chile.

La generación a la cual pertenezco, esa que disfrutaba su tiempo libre yendo a los clubes culturales, promoviendo y hablando de cultura, de política y discutiendo los problemas sociales que aquejaban al país, se familiarizó con el poeta de poeta, como Mateo Morrison llamó a Neruda.

Inevitable y obligado en los grupos de poesía coreada, muy de moda en esa época, fue el poema “Versainograma a Santo Domingo”.

“Perdonen si les digo unas locuras

en esta dulce tarde de febrero

y si se va mi corazón cantando

hacia Santo Domingo, compañeros”.

La dramática historia sobre las desgracias vividas por Santo Domingo desde la época de conquista en versos de uno de los poetas más progresista y comprometidos con la revolución.

Además de esta exposición, que estará disponible al público por unos días, se celebró un coloquio en torno a este poemario, con escritores de la talla de Mateo Morrison, Soledad Álvarez, Basilio Belliard y José del Castillo. Salió a relucir, como siempre ocurre, la facilidad de estos poemas para ser musicalizados y se citó el caso del Poema 20.

Precisamente hoy quiero hablar un poco de quien musicalizara o interpretara de manera destacada el Poema 20, que indudablemente es el favorito de la mayoría de miembros de mi generación y de otras que llegaron después.

Empezaré diciendo que Lissette Álvarez Chorens es hija de dos glorias del canto, como lo fueron Tony Álvarez y Olga Chorens, y que estuvo casada con

Armando Hipólito Avellanet González, ese exquisito bolerista y baladista conocido como Chucho Avellanet.

Lissette Álvarez es una cantautora, músico y actriz peruana cubano-estadounidense, que actualmente tiene 75 años.

Esta rubia que engalana los escenarios está casada con el cantautor, músico y productor musical Wifredo José Chirino Rodríguez, conocido artísticamente como Willy Chirino.

A través de la dulzura de la voz de Lissette Álvarez muchos conocieron el Poema 20 de Pablo Neruda y es una hermosa confirmación de que la buena poesía está hecha para ser cantada, como sostienen algunos entendidos y yo estoy totalmente de acuerdo.

Con su extraordinaria voz de barítono, el argentino Alberto Cortez (José Alberto García Gallo, 1940-2019) le da forma musical a este popular poema de Neruda, que ha hecho suspirar a tantos. El Poema 20.

Además, El Poema 20 también lo interpreta con su estilo característico y su voz de soprano, que cada día me enamora, la peruana-mexicana Tania Libertad.

Con justeza hay que mencionar a la chilena Ginette Acevedo (Mirna Jinett Acevedo Palma), que también interpreta el Poema 20 y que al momento de escribir esta entrega me acabo de enterar de ella. Ella también interpreta “La canción desperada” de Neruda, bajo el título “Canción del adiós”.

Además de disfrutar de la extraordinaria exposición bibliográfica “100 años de Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, prestada gentilmente por Julián, el momento es ideal para comprobar la maravillosa confluencia de la poesía y la música en Poema 20, a través de las destacadas voces de Lissette Álvarez, Tania Libertad, Ginette Acevedo y Alberto Cortez.  (Rafael Dario Durán/Reporte Extra)


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