ARTE NACIONAL

 ARTE EN EXTINCIÓN

El vedettismo se convirtió en un arte en extinción, al igual que el de la declamación, que tanta presencia tuvieron en la pasada centuria.

Murieron con el siglo, luego de una fulgorosa presencia en los escenarios de  clubes y cabarets que le daban acogida, a figuras como Mayra “El Ciclón del Caribe”, Facelys Domínguez, Tiara Tai, Sasha, Angelita Curiel (La Mulatona), Francis Santini, Maggi Molineaux, Arelis Aquino, Altagracita Peña, Martha Vargas, Alexandra Johnson, Maira Antonieta Ronzino, Gloria Normanda, Gladys Martínez y sus Bombones, Manuel Logroño y sus Panteras.

Y de fuera,  Iris Chacón, su hermana Lourdes, Tongolele, Yolanda Narváez, Olga Breeskin (La Venus del Violín), que  formaban parte de las carteleras  de El Maunaloa,  el José Night Club, El Sexto Sentido, Lafuente Night Club o El Avión. 

Eran tiempos en que la vida nocturna se vivía con mayor intensidad y diversidad, sin riesgos como los de ahora, en que las bellas y cimbreantes vedettes y bailarinas alimentaban nuestras fantasías, que la rancia moral consideraba pecaminosa, pero que en el fondo no era más que una visión exagerada de la profesión de mujeres que son su belleza y su arte en la danza contribuían al esparcimiento y entretenimiento de la gente.

De esos tiempos maravillosos, solo quedan “fotos y recuerdos”, como dice la canción que popularizó la siempre recordada Selena.

Y también desapareció la declamación de Angel Torres Solares, Frank Adolfo, Lucía Castillo,  Luis Carbonell de Cuba, Carlos Lebrón Saviñon, y  el recitador Juan Llibre. 

Pero no solo las vedettes y los declamadores se extinguieron…También los boleristas, el carabiné, el pambiche, el tango, la charanga, y un invento muy efímero de los brasileños llamado “lambada”.