lunes, 16 de septiembre de 2024

 




Andrea "Andy" Cunningham fue una de las figuras clave en el éxito del Macintosh, trabajando codo a codo con Steve Jobs. En esta historia, revela cómo fue despedida y recontratada hasta cinco veces por Jobs y cómo estas experiencias forjaron su carácter profesional. Descubre cómo este ciclo de despidos y lecciones la ayudó a convertirse en una de las expertas en marketing más influyentes.


Una trayectoria junto a Steve Jobs


Andrea «Andy» Cunningham fue parte esencial del equipo de marketing de Apple durante la época del lanzamiento del Macintosh en 1984. Su carrera se consolidó trabajando directamente con Steve Jobs, quien la despidió en múltiples ocasiones, pero siempre acababa recontratándola. Con los años, Cunningham fundó su propia empresa, Cunningham Communication, y sigue siendo una voz importante en el marketing de Silicon Valley.


En una entrevista, Cunningham recordó una de las ocasiones en que fue despedida por Jobs. Después de una dura reunión en la que la directora financiera de Apple le comunicó que su trabajo no era suficiente y que no recibiría un pago pendiente, Andy encontró la manera de volver a la oficina de Jobs. Consciente de que su valor residía en su relación con la prensa, logró persuadir a Jobs no solo para que le pagara lo que le debía, sino para que la volviera a contratar.


Steve Jobs: un jefe exigente


Steve Jobs era famoso por sacar lo mejor de sus empleados, aunque sus métodos no eran para todos. Cunningham relata que, a pesar de su carácter difícil, con lanzamientos de objetos y críticas constantes, su exigencia la hizo mejorar como profesional. A algunas personas, estas presiones les resultaron insostenibles, pero a otros, como Cunningham, les sirvieron como una plataforma para superarse.


A lo largo de los años, Cunningham ha confesado sentirse agradecida por cada una de esas lecciones, incluso por los despidos. En su opinión, estas experiencias la convirtieron en una profesional más sólida y segura.


No todos lograron soportar el nivel de exigencia de Jobs, pero para aquellos que sí lo hicieron, la recompensa fue invaluable. Steve Jobs impulsaba a sus empleados a niveles que nunca creyeron posibles, transformando a muchos en versiones mejoradas de sí mismos. Según Cunningham, este estilo de liderazgo puede ser despiadado, pero los resultados hablaron por sí solos.


Con esta historia, Cunningham nos muestra una faceta poco conocida de su relación profesional con Jobs, llena de altos y bajos, pero siempre enfocada en la superación personal y profesional.

1 comentario:

  1. Decía STEVE JOBS...

    que los "locos" como el AS están más cuerdos e instruidos que la mayoría de la gente.

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