miércoles, 25 de septiembre de 2024

Compré un Cartier, en el 2004, en 3,000 dólares.  Y hoy día, ése mismo reloj, cuesta 11,000.

Sí son inversión, si lo ves así.


Tengo cerca de 40 relojes y uno de mis favoritos me costó 40 dólares, y todavía funciona bien y me lo pongo de vez en cuando. 


Para mí no es vanidad, para mí es colección solamente. 


Cierto, hay exagerados que no compran uno si no es caro. 


El último que compré, el pasado año, me costó 125 y tiene su cosa especial para mi. 


Tengo Whitnauer, pagué 700 doóares, hoy cuesta 5, 000. 


Es cuestió de gusto, para mi, solamente. 


No tengo Rolex, no me gusta. 


Cambio de reloj de uso, no por vanidad, sino porque me gusta. 


Tengo un Tag Heuer, cuadruplico su precio también. 


Hay gente a la que le gustan los carros, yo tengo uno barato, 

comfortable, un yipeta, barata, vieja, me lleva y me trae, funciona su aire, radio y el motor y transmisión excelente, sin necesidad de arreglo.


Tiene medio millón de kilómetros. 


En el tiempo conmigo, núnca ha necesitado arreglos, más le vale.


Es cuestión de gusto, no de vanidad. 


Me gustan los relojes de cualquier tipo, caros, baratos si puedo. 


No me gustan los carros. El dinero se pierde de diferentes maneras. (Anónimo)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se valora el envío de comentarios no ofensivos apegados a la moderación.
NIURKA BAEZ,
Moderadora de comentarios