Una verdadera reliquia es este plato del hotel Paz, (luego Hispaniola), que como pueden ver, para el nombre se hizo un diseño sobre una línea gráfica moderna y creativa. En ésa época se acostumbraba a personalizar la utilería y los ajuares de los hoteles, con el fin de imprimirle un signo distintivo diferenciador. Con el tiempo ese estilo pasó de moda, y ya los hoteles no marcan sus pertenencias. Los que si han continuado estampando su nombre en las sábanas, almohadas y toallas son los moteles "de paso". Procuran con ello que los clientes no las sustraigan...Y lo consiguen, porque nadie va a tener en su casa una toalla que diga Motel Peso de Oro o Cabaña Tía Tania.
En la actualidad el local se encuentra abandonado. Era usado como lugar de alojamiento de los senadores provinciales cuando venían a la capital a las sesiones del Senado. La única área que se mantiene en operación es el casino. También estuvo activa la discoteca VIP Room, que estaba en manos de César el Abusador. El local es regeanteado por Miguel Vargas Maldonado, que nada ha hecho por remodelarlo y ponerlo nuevamente en operación. Un destino fatídico, al igual que el del Teatro Agua y Luz, que no se sabe para qué se le arrendó por 20 años a Miguel Vargas, porque ya lleva 10 sin haber hecho la prometida remodelación del local, y la construcción de un hotel turístico, con casino y un centro de espectáculos, que se ha quedado solo en planos.
Mala suerte tienen esos locales estatales arrendados al "fucú" de Miguel Nargas... digo, Vargas. 
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NIURKA BAEZ,
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