lunes, 23 de septiembre de 2024

HISTORIAS CERVECERAS



Dos soldados norteamericanos, de los que invadieron el país en el 1965, aprovechan un colmado que estaba abierto para "jondearse" una cerveza Presidente, de las grandes. En esa época no habían lanzado "las pequeñas".

La empresa cervecera era propiedad de extranjeros. Luego fue vendida a la familia León Jiménes, y ahora está en  manos de una multinacional cerveza. (Foto de la Revista Life/Imágenes de Nuestra Historia)

En la foto de abajo, contamos la historia.

Esta foto muestra la primera cervecería que se estableció en Puerto Rico en el 1911 y se llamó Palma Real. Dicha cervecería era propiedad del próspero empresario español Teodulo Llamas, quien entre sus muchas empresas era dueño de una cadena de cines (“Cines Llamas”) y una planta de hielo, industria que en esa época era común que se combinara con la elaboración de cerveza. 

El Sr. Henry C. Gronau nacido en Bremen, Alemania, fue a Puerto Rico como maestro cervecero y estuvo trabajando en Palma Real hasta que entró en vigor la Ley Federal de la Prohibición (1919). 

Durante la Prohibición se trató de continuar la operación de la cervecería produciendo cerveza sin alcohol y malta con una cerveza llamada Cervina, pero no tuvo éxito. 

A raíz de esta situación Gronau y su hijo Jaime se trasladaron a la República Dominicana donde trabajaron en la Cervecería Nacional Dominicana, siendo Jaime Gronau, notable joven ”brewmaster”, el mentor de la célebre Cerveza Presidente, un tipo de Pilsner, que aún perdura. 



Al terminar la Prohibición (1933) Gronau recomendó al dueño de la Cervecería Presidente, Charles H. Wanzer, de origen judío alemán y amigo suyo, que adquiriera la vieja cervecería Palma Real, lo cual hizo. 

Así Henry Gronau regresó a Puerto Rico en 1934 para hacerse cargo de la nueva operación bajo el nombre de Corona Brewing Corp. 



Esta estructura era la residencia del maestro cervecero, ya que era la costumbre que este viviera en los predios, debido a que tenía que estar disponible 24/7. 

En la parte de debajo del edificio estaban las oficinas de la cervecería y en un edificio al frente estaba la planta elaboradora. 

Desde el lugar que se tomó la foto estaba la estación del tren y en el horizonte que se divisa en la parte trasera del edificio estaba el manglar que luego de convirtió en el arrabal El Fanguito que se extendía hasta el Caño Martín Peña. 

La localización de la fábrica se consideraba muy conveniente pues tenía en frente el tren y por detrás hacia el mangle se disponía de la basura, el mosto y los desperdicios (en la era antes de la EPA). 

Estaba localizada al final de la Calle Hipódromo en la Parada 20 donde luego fueron ubicadas las oficinas del CRIM. (Con datos de La Voz de Carolina)

 

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NIURKA BAEZ,
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