MOMENTO AMARGO
El locutor y cronista de arte cubano Guillermo Henríquez hijo se las vio de verdad difícil la noche del 16 de febrero
de 1973, cuando tomó una llamada de Neit Nivar Seijas mientras conducía el
programa "Odisea del Silencio", que producía el director de la planta,
Santiago Lamela Geler, el mismo que había dirigido a Radio Caribe, en la época de Trujillo.
Sin
ningún preámbulo, el general Nivar mandó a Don Guillermo a que
suspendiera la colocación de la exquisita música programada por Papito
Lamela y colocara merengues bien encendidos para "celebrar" la caída del
legendario Coronel Francisco Alberto Caamaño, en lqa loma de Nizaíto.
Además de la aprehensión de verse obligado a sonar melodías alegres en
un momento tan significativamente triste para la población dominicana,
Henríquez no hallaba la manera de justificar la suspensión abrupta de un
programa de música culta para poner temas populares.
Para buscar la manera de hacer la transición, tocó un bolero, pero de
inmediato sonó el teléfono, era Neit que le gritaba si no había
entendido que quería escuchar merengue por Radio Clarín, su emisora.
Poco después volvió a sonar
el timbre y Guillermo oyó a Papito Lamela, que le reclamaba indignado la falta
de respeto de tumbar su programa, pero al escuchar la explicación solo
dijo: "Ah bueno, si es así está bien".
LENTES PRIETOS
Me contó luego Guillermo Henríquez que en otro momento estaba Nivar Seijas leyendo la
prensa en su oficina de Radio Clarín, cuando entró su director de
prensa, Danilo Domínguez, y le cuestionó en torno a si eran ciertos los
rumores sobre una reconciliación entre él y otro general balaguerísta
con quien mantuvo una agria enemistad.
Correctamente
uniformado, con sus gafas oscuras, que no se quitaba ni siquiera bajo
techo y luces artificiales, Nivar Seijas se levantó de la mesa donde
leía los periódicos y mostrando su pistola calibre 45, les dijo a
Henríquez y a Domínguez: "Las diferencias entre ese general y yo solo se
resuelven con ésta".
No más palabras, magistrado...
Ese era un criminal de nacimiento, pero nos salvo del comunismo. No somos Cuba o Venezuela o Bolivia, gracias a esos criminales. Una vez le dijeron a Frank Roosevelt, que Trujillo era un hijo de la gran puta y Roosevelt contesto "si, pero es nuestro hijo de puta". Lo mismo se aplica en este caso.
ResponderEliminarFidel castro creyo que el pueblo Dominicano seria tan docil como el Cubano. Le salio el tiro por la culata. Esos militares formados por Trujillo, eran guardia de verdad y no como los de ahora, que son enganchados
ResponderEliminarZORRO usted era cachanchan del hijo de NIVAR SEIJAS. Usted siempre anduvo con la mega-supra- ultra-derecha.
ResponderEliminarUn gran hombre Nivar
ResponderEliminarClaro que si Tirso Tamakun RafaelinaBarrera, el fue tú cuñado. Dicho general tenia un hermano bugarrón que te medía el aceite.
EliminarEsa noticia es vieja Timbola.
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