sábado, 14 de septiembre de 2024

LEAN ESTA HISTORIA




EL CARNAVAL DEL MERENGUE 

Siempre he considerado que uno de los más grandes acontecimientos que se ha producido en torno al merengue y que con mayor vigor contribuyó a su internacionalización fue la creación de El Carnaval del Merengue.

En los años setenta nuestro ritmo estaba confinado a los clubes latinos de la ciudad de Nueva York y solo era consumido por la diáspora.

Hasta que José Tejeda lo sacó del closet y lo llevó a los grandes teatros de Nueva York, que es lo mismo que decir a los más famosos del mundo.

Yo fui parte de la historia, porque desde el mismo inicio me seleccionaron como presentador oficial de ese gran evento.

Por más de una decada viajaba a la ciudad de Nueva York a darle apertura pidiendo el himno de los Estados Unidos, el himno dominicano, presentando a los principales artistas.

Otro gran propulsor de ese evento fue Roberto Gerónimo, quien al igual era una figura obligada como presentador de ese gran festival, que acogía a las principales agrupaciones musicales que atronaban con el merengue en los 70 y 80.

Como no soy egoista, convencí a Tejeda de que llevara al Super Frank, que en esos tiempos era el más popular locutor de la radio dominicana,

Cuando Frank Moya vino de Santiago a trabajar a la capital, con un estilo de animación tan vivo y peculiar, los disc-jockeys de aquí lo quisieron bloquear, incluyendo a su primo Francis Moya que estaba en Radio Visión.

Frank Moya tenía el turno de la tarde en Radio Cristal y en medio de su animación se la pasaba anunciando que a las 5:00 de la tarde entraba "Joseph, Joseph, Joseph con Arte Nacional en Radio''.

Me hacía una promoción del diablazo, y me ganó, en una época en que en El Nacional concentraba yo un gran poder que decidía aquí lo que se hacía y lo que no se hacía.

Y, naturalmente, no había cosa que hiciera Super Frank que no se le destacara...Porque bien dice un refrán que "las manos que dan esperan..."

Hicimos un " one two" y por eso me lo llevé para el primer Carnaval del Merengue como presentador, y le echamos ''una vaina'' con ello a los celosos locutores de la capital que se lo querían ''comer vivo'' porque lo veían como una competencia, que venía a disputarle popularidad y estelaridad en su propio terreno. Por eso algunos dicen que Super Frank fue una hechura mía, cosa que no es verdad, porque lo único que hice fue resaltar su talento.
Pero volviendo al Carnaval del Merengue, conseguir un teatro como el Radio City no era fácil y Tejeda se tuvo que asociar a Raphy Mercado y a Ray Avilés para lograrlo.

Que dicho sea de paso, esos teatros no se arrendaban sino que entraban como socios en los espectáculos, y para hacer eso tenían que asegurarse que el evento podía ser rentable, y por eso exigían que el organizador fuera alguien reconocido y con crédito.

Mercado y Avilés tenían dominio del mercado, pues ya habían usado esos teatros para los conciertos de salsa .
Tejeda, mientras, estaba haciendo pinitos en esas salas tan costosas.

Claro está que eso fue para el primero, porque en el segundo, con el crédito ganado, no necesitó asociarse con nadie para que le dieran el teatro. Nada menos que el Averey Fisher Hall del Lincoln Center.

Pero el esfuerzo había que hacerlo para darle categoría a nuestra música, llevándola a los teatros donde sólo se presentan los grandes.

A partir de que el merengue llegó a teatros tan emblemáticos como Radio City Music Hall, Lincoln Center y Madison Square Garden, se ganó el respeto como ritmo a tomar en cuenta, alcanzando así las páginas del Daily News, New York Time, de las cadenas norteamericanas como ABC, CBS, NBC y de los medios importantes en inglés.
EN EL LEGENDARIO RADIO CITY

No me creía yo el que estuviera allí en los mismos camerinos por donde habían pasado tantas celebridades del mundo del arte.

Yo, en la casa de las famosas Rockettes, cumpliendo con la tarea de sacar de los ''cuchifritos ''al merengue
, lavándole la cara para que se viera que era una música en capacidad de estar en los más famosos teatros del mundo.

No me lo contaron estuve ahí, impresionado como el que más con aquel teatro lleno de tecnología, de técnicos norteamericanos hablándome en inglés y tratándome como una estrella al indicarme por donde debía salir de trás bastidores, donde debía pararme en el escenario y hasta a cual distancia caminar hacia el proscenio, porque las luces estaban dispuestas en un lugar específico.

Me sentí impresionado cuando salí por primera vez con ese haz de luz que me daba en la cara y me perseguía por donde caminaba.

La potente luz no me dejaba ver el público.

Cuando mi voz se escuchó, en la apertura,  a través del micrófono inalámbrico por aquel impresionante sistema de sonido que dominaba toda la sala, los balcones y todos los ambientes,dejando escuchar hasta mi respiración, senti la satisfacción y el orgullo de haberme convertido en ese momento en el primer locutor dominicano en hablar para un público en el legendario Radio City Music Hall.

EL MERENGUE SE PUSO PANTALONES LARGOS
Esa vez se emplearon los mejores recursos del teatro el cual como se sabe tiene todo tipo de facilidades.

Como las plataformas hidráulicas que permiten que no se tengan que hacer pausas como ocurre usualmente en los conciertos cuando hay cambios de orquestas.

Mientras una agrupación estaba tocando, había otra montada abajo en una tarima oculta.

Recuerdo que uno de los momentos más espectaculares fue cuando terminando de actuar Joseíto Mateo, que se despedía, mientras su tarima iba bajando, detrás venía subiendo La Tribu de Cuco Valoy "encendía".

Pero también en esa función histórica estaban Los Kenton, Primitivo Santos, Milly Quezada, Fausto Rey, Johnny Pacheco, Wilfrido Vargas.

Ese día en Radio City se hizo historia con el merengue.

Los dominicanos que abarrotaron el prestigioso teatro sintieron el orgullo de su dominicanidad al ver a sus artistas y su música en uno de los locales más famosos del mundo.

Historias como éstas debemos contarlas para ilustración de las nuevas generaciones, porque hoy día muchos tienen que conformarse con ver a nuestros artistas en un teatro de quinta cateogría que funciona como una iglesia y que algunos ven como algo grande.

Deben saber que ya el merengue estuvo en Radio City, Lincoln Center, Madison Square Garden gracias a José Tejeda, y que a partir de ahí nuestro ritmo se puso saco, corbata y pantalones largos.



1 comentario:

Se valora el envío de comentarios no ofensivos apegados a la moderación.
NIURKA BAEZ,
Moderadora de comentarios