De verdad que no me convence tu manera de cruzar las piernas...
Sospecho que lo haces para que yo pueda ver tu infinito.
Esa postura, al socaire, es la manera que tienes de provocarme con tu maquillada belleza compartida, mientras bebo un whisky con fragmentos congelados de vida.
Leyendo un libro que no dice nada, encerrado en los barrotes de la rutina en una especie de amor amargo que nos bebemos a sorbos, sin pensar en el mañana ni el que dirán.
Y me conformo, a veces, aparcando el sentimiento en la marquesina de tus sueños, sabiendo que cada día será el primero y el último en tu vida.
Sin poder evitar sueños pornomentales de amanecer entre tus piernas, embriagado por una nube de polvo cosmico, para después sufrir una descarga de soledad, como un capitán Nemo, sin Nautilus, entre canciones de Sabina y poemas de Arthur Rimbaud.
Te confieso que estoy harto de vivir a tirones…
Si fuera por mi, me quedaría durmiendo entre tus piernas para siempre.
Zorro no entendí, explíqueme por fa
ResponderEliminarMe Imagino al AS temblando cuando el zorro escribió sobre un polvo cósmico.
ResponderEliminarMe imagino que Tirso Tamakun Rafaelina sabe muy bien lo que es un polvo cósmico. Tu fullín lo a probado por pipá.
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