Joseph Cáceres

FIESTAS POPULARES NAVIDEÑAS

Nunca me han interesado las fiestas populares, a pesar de que mi empresa es la de mayor experiencia en ese renglón.

Desde que se anuncian, comienza una campaña negativa por parte de chantajistas conocidos.

Al ver cómo se expresan los mezquinos, aquellos que no tienen la más mínima idea de lo que significa la tradición, la identidad, el folklore y la cultura, me siento en la obligación de dar mi opinión.

Esos derrotados envidiosos, perdedores que viven en contra de todo y a favor de nada, son agentes de la mala suerte, y nacieron siendo sicarios del éxito ajeno.

Este país es símbolo de alegría, sonrisas y gente simpática y divertida, porque tenemos los ritmos y la costumbre más alegres del planeta.

Nos caracteriza el semblante positivo, alegre y melódico de nuestra tradición cultural.

Nuestros artistas, músicos, animadores, técnicos, bailarines, coristas, chóferes de guaguas, sonidistas, luminotécnicos, compositores, guaguas anunciadoras, estaciones de radio locales, vendedores ambulantes, taxistas, motoconchos, maquillistas, peluqueros, carperos, empresas de productos de consumo masivo, estaciones de gasolina, en fin, se genera un movimiento económico infinito que regresa al estado su inversión a través de impuestos. Además, los pobres tienen el derecho de, en Navidad, ver, cantar y bailar con los artistas populares nacionales totalmente gratis. 

El estado tiene y debe siempre ofrecer momentos de entretenimiento al pueblo y respaldar la música y a los artistas del merengue, la bachata, grupos típicos, salsa, fusiones urbanas y tropicales.

La temporada navideña no es para estar tristes o de luto; es para reactivar la felicidad, la vida, la alegría y reunir a las familias y los amigos en los parques de los pueblos.

La cultura no tiene precio; es el valor activo de nuestra identidad, porque sin identidad, no somos una nación.

A quienes organizan esas fiestas populares navideñas, les digo que cuiden la calidad, que no piensen solo en cuánto se ganarán, que los artistas pequeños que están comenzando, y aquellos con una carrera de éxitos pasados, también trabajen con tarifas justas.

Realicen los montajes con tiempo y promocionen a los artistas para que asista el mayor número de personas.

No se ganen más del 10%, que es lo correcto.

Luis Medrano