domingo, 15 de diciembre de 2024

INTERCAMBIOS MODISTICOS



Hace 30 años, cuando se inició el programa Merengala, por Rqdiotelevisión Dominicana, hice un negocio con un modisto que se hizo era el responsable de vestirme.

Fue un acuerdo muy fructifero para ambas partes, ya que me suplía de  un traje nuevo y diferente en cada programa, y yo a la vez le servía de maniquí para exhibir sus diseños.

Puedo decir que fui el primer en exhibir las chaquetas sin cuello, tipo Nehrú, que se pusieron de moda en el 1995.

Varios directores de orquesta comenzaron a usarla desde que me la vieron en Merengala, incluyendo al maestro Ramón Orlando, estrenó en el programa la  producción de ''El Venao''. Ya lo había hecho Fernando Villalona con su producción ''Confundido, con la cual estranamos el programa.

Merengala era el programa donde las orquestas estrenaban sus nuevas producciones, pues se le dedicaba  por completo, incluyendo los musicales y video clips que se hacían de manera exclusiva para el mismo.

Los músicos aprovechaban para estrenar ropa nueva. Nada de t-shirt ni camisetas chinas...

Pero bien, dejando a un lado los antecedentes, quiero narrar algo simpático que ocurrió con el modisto que me vestía, y que erq el sastre de los artistas. (No era Fermín, aclaro).

En una ocasión en que iba a grabar Merengala, llegué hasta su atelier en procura del traje que me iba a poner esa noche en el programa.

No estaba listo, y el modisto para resolver la situación, me enseñó un traje que le había hecho a Pedrito Nuñez del Risco y me dijo:

-Mira, este traje es de Pedrito, que me trajo una tela muy exclusiva para que se lo confeccionara. Usalo en la grabación, pero debes traérmelo mañana lo más pronto posible, que él lo viene a buscar en la tarde.

Así lo hice. Me llevé el traje de Pedrito, y con él hice el programa.

Cuando terminé la grabación recordé que tenía un compromiso en el Teatro Nacional, y para no perder tiempo, me dirigí de inmediato hacia el mismo vistiendo el traje, que me prerstaron para el programa


Cuando llegué la función no había comenzado, y me puse a conversar en el lobby con unos amigos.

Y de repente lo vi, y él me vio a mí.

Me encontré con Pedrito Núñez que se quedó mirando el traje. Se acercó y me saludó. Y de inmediato me dijo: 

-¡Diablos!. ¿Dónde compraste tú ese traje?.

Sin titubear, como zorro al fin, le dije:

-Lo compré en la Quinta Avenida de Nueva York. Yo cada vez que viajo procuro surtirme de ropa nueva, pues la televisión me exige mucho.

-Pues mira, yo traje una tela asi mismita, y mandé a hacer un traje....

Y yo temeroso de que se diera cuenta de que su sastre, que era también el mío, me lo había prestado. Pero  me hice el loco, ya que de ninguna manera podia decirle que ese era su traje.

Por suerte, ya estaban tocando la campanita para el inicio de la función. Entré a la sala y no me dejé ver más de Pedrito, no fuera cosa.

Al otro día fui y le llevé al sastre el traje que le estrené a Pedrito sin que él se diera cuenta.

Quede claro que el modisto quien me lo prestó.

Porque El Pachá lo hacía peor.

Iba al atelier del modisto y agarraba culquier traje que estuviera en en el ropero de las confecciones, sin importar de quien fuera, y se lo llevaba.

Ja, ja, ja. Ese modisto amigo, reside desde hace años en la ciudad de Nueva York.

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NIURKA BAEZ,
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