lunes, 17 de febrero de 2025



Las primeras semanas del segundo mandato de Donald Trump han sido intensas. Las medidas ejecutivas a nivel local en EE.UU., como las de sus relaciones exteriores, han sido intensas en volumen y en jamaqueones políticos. Acá en Puerto Rico muchos quieren reducir el tema a planteamientos simplistas de que el tipo es malo, es un loco y/o que simplemente es un corrupto que viene con sus amigos billonarios a robar e incrementar sus riquezas. Lo cierto es que el asunto va más allá. La celeridad y volumen de movimientos en las relaciones exteriores de su gobierno responde a dos realidades fácticas. Número uno, a que la política exterior de la administración de Joe Biden fue tan errada que ciertamente necesita cambios urgentes y puntuales para tratar de enderezar el rumbo. Número dos, dentro de dos años vendrán las elecciones de medio tiempo en EE.UU., así como las controversias legales respecto a si este puede aspirar a un segundo mandato consecutivo y se convertirá en lo que se denomina en inglés un “lame duck president”. Como cuestión de hechos, científicos políticos, tras su amplio triunfo de inmediato, comenzaron a teorizar que se convertiría en uno desde su primer día. Por lo tanto, las determinaciones controvertidas y/o más severas tiene que tomarlas e implementarlas de inmediato en el momento en que su fuerza política radica en la contundencia de su triunfo electoral. Recordemos las cartas de Nicolás Maquiavelo a Lorenzo el Magnífico: “Es mejor ser temido que amado si no puedes ser ambas cosas, porque el temor es más seguro que el amor”. Máxima aplicada desde el día uno por Trump.

Existen dos realidades indubitables al presente. (1) EE.UU. es la hegemonía militar de esta época. (2) Independientemente del crecimiento de otras economías en el planeta, su más cercano competidor, China, con más de mil cuatrocientos millones de habitantes, cuenta con una economía 33% menor que la de EE.UU. Así pues, para Donald Trump y su equipo era fácil especular que con ese volumen económico dentro de la realidad de la globalización económica. Para él es fácil dar el puño sobre la mesa. Nadie quiere perder acceso a su economía. Ante ello, ha utilizado la superioridad militar de EE.UU. para establecer su política internacional en cuanto a Oriente Medio, comenzando por el asunto de La Franja de Gaza. Desde antes de juramentar al cargo amenazó a Hamás con convertir a la Franja en un infierno sino acordaban un alto al fuego y liberaban a los rehenes. Ahí utilizó la superioridad militar para que le temiesen. Los anuncios de aranceles a Colombia con el tema de los deportados, a Panamá con el del Canal, a México y Canadá con el de la seguridad fronteriza, han sido algunos de los ejemplos de imprimir temor a base de la superioridad económica. En cada uno ha alcanzado objetivos a corto plazo.

El anuncio más reciente ha sido el de la imposición de aranceles a la Unión Europea (UE). La noticia tiene en “shock” a los europeos. Eso debido a que varios de sus países miembros han sido grandes aliados de EE.UU. desde el final de la Segunda Guerra Mundial y con énfasis en la Guerra Fría y las aventuras de Afganistán e Irak. No obstante, el anuncio no es aislado ni casual. El mismo se da en medio del contexto de la develación de conversaciones de parte de la administración Trump con Vladímir Putin para lo que a todas luces será el final de la Guerra Rusia-Ucrania. La misma fue extendida artificialmente con el financiamiento de cientos de billones de dólares de EE.UU. y otros cuantos billones adicionales de algunos de los países fuertes, económicamente hablando, de la UE, como Alemania y Francia. Estos enfrentan grandes retos económicos. Ambos anuncios realizados a la vez que se anuncian potenciales recortes de financiamiento de EE.UU. a la OTAN, tienen desconcertados a los líderes Europeos. Ninguno se ha atrevido a reaccionar de frente y por eso se habla de una Europa de perfil ante Trump. Ahora muchos levantan la voz para hablar de la necesidad de un ejército de la UE. Lo que pasa es que esa idea se trató de adelantar a inicios de este siglo junto con la de la aprobación de una constitución para la UE que en esencia era una consolidación de todos los tratados existentes al seno de la misma hasta ese momento. Sin embargo, la izquierda europea boicoteó, a base de populismo, ambas propuestas bajo el argumento de que eran herramientas para adelantar el capitalismo y las ideas “neoliberales”. Ahora es demasiado tarde para ablandar habichuelas. 

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    1 comentario:

    1. (AS)

      Hay quienes no creen en el destino.
      DONALD TRUMP...es parte de un plan elaborado "Desde Arriba de nuestras cabezas"...y lo que ha estado haciendo en estos últimos días, no es más que lo que ha estado planificando, desde que LE ROBARON las elecciones.

      de manera que erran quienes piensan que TRUMP esta improvisando. Como su seguidor yo espero que le aplique la peor venganza a todos esos jueces y todos esos PERIODISTAS corruptos desgraciados.(AS)

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