Trece personas de origen dominicano fueron identificadas como miembros de una red internacional que robó miles de envíos de iPhones y otros dispositivos electrónicos en todo Estados Unidos, en una investigación que involucró a varias agencias, incluyendo la Procuraduría Especializada Contra los Crímenes y Delitos de Alta Tecnología (PEDATEC) de la República Dominicana.
Los acusados fueron identificados como Demetrio Reyes Martínez, alias "CookieNerd", Andrickson Jerez, Edickson Lora Castillo, Raimond Cabrera de León, Luis Marte Tavares, Frederick Duvergé Guzmán, Julio Vásquez Sánchez, Alejandro Then Castillo, Wilson Peralta Tavarez, Ecker Montero Hernández, Jean Luis Díaz Domínguez, Luis Núñez y Joel Suriel, también conocida como "La Melma".
Los detenidos, con edades comprendidas entre los 23 y 45 años, están acusados por la fiscalía de Nueva Jersey de transportar y recibir propiedad robada como cargo principal.
Cuatro de ellos enfrentan cargos adicionales por cometer fraude electrónico y transporte de propiedad robada.
Modus operandi de la red
Una nota de prensa compartida por la Oficina del Fiscal del Distrito de Nueva Jersey, citando documentos presentados por los investigadores del caso y las declaraciones hechas ante el tribunal, señala que los acusados formaban parte de una red que funcionaba dentro y fuera de Estados Unidos en el robo generalizado de envíos de dispositivos electrónicos de FedEx y otras empresas de transporte.
Los investigadores aseguran que la red utilizaba dos métodos para la identificación de los "paquetes valiosos para robar". El primero de ellos fue la creación y el uso de secuencias de comandos informáticas automatizadas, desarrolladas por Reyes Martínez y otros, para extraer datos de los sistemas de seguimiento públicos y de cara al cliente de FedEx y un importante proveedor de telefonía móvil de Estados Unidos, identificado solo como Victim-1.
Mientras que el segundo consistía en el soborno a empleados de la telefónica, como Then Castillo y Peralta Tavarez, con el fin de que proporcionaran información confidencial sobre los clientes de la empresa, incluidos pedidos, nombres, números de seguimiento y direcciones de entrega.
La nota de prensa de la fiscalía de Nueva Jersey señala que los involucrados operaban en distintos niveles. Mientras unos obtenían la información sobre los envíos, otros conocidos como "corredores" se encargaban de sustraer los paquetes y revenderlos en locales clandestinos en Nueva York y Nueva Jersey. Jerez, Cabrera de León y Marte Tavarez dirigían un punto de venta en el Bronx, mientras que Joel Suriel, alias "la Melma", operaba otro en Brooklyn.
- La fiscalía identifica a Ecker Montero, Luis Núñez y Jean Luis Díaz Domínguez, como los responsables de viajar por todo el país robando iPhones, iPads, teléfonos Samsung y otros dispositivos electrónicos.
También estaban, Then Castillo y Peralta Tavarez, que eran empleados de la tienda minorista de telefonía móvil que aceptaron pagos de sobornos a cambio de proporcionar información confidencial de los clientes del sistema de seguimiento de pedidos.
Lora Castillo, Duvergé Guzmán y Vásquez Sánchez eran despachadores que vendían y proporcionaban a los repartidores direcciones de entrega, números de seguimiento y nombres de clientes. También dirigían a los repartidores a lugares cerrados para vender los dispositivos robados.
- Demetrio Reyes Martínez y Andrickson Jerez fueron señalados en la acusación como las piezas claves de la operación.
Los trece miembros enfrentan una pena máxima de prisión de cinco años y una multa de 250,000 dólares o el doble del importe bruto de la ganancia o pérdida resultante del delito por el cargo principal de transportar y recibir propiedad robada. El cargo de conspiración para cometer fraude electrónico, que afecta a Then Castillo y Peralta Tavarez conlleva una pena máxima de prisión de 20 años y una multa de 250,000 dólares o el doble del importe bruto de la ganancia o pérdida resultante del delito. Los cargos tres y cuatro, que afectan a Jerez, Then Castillo y Lora Castillo por transporte de propiedad robada, conllevan cada uno una pena máxima de prisión de 10 años y una multa de 250,000 dólares o el doble del importe bruto de la ganancia o pérdida resultante del delito.
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NIURKA BAEZ,
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