viernes, 11 de julio de 2025

 


El infierno tenía nombre: condenan a pareja que explotaba menores en burdel llamado El Bojucal

Detrás del negocio estaban Mercedes Báez, cabecilla del local, y su pareja, Isidro Antonio Jáquez Valerio, conocido como Megateo fueron condenados a 20 y 15 años de prisión

La joven había salido de su casa en San José de las Matas en diciembre de 2022 y nunca más volvió. Tres meses después, la Fiscalía halló su paradero: El Bojucal, un expendio de bebidas donde no se vendía solo ron, sino cuerpos, coerción y miedo.


Detrás del negocio estaban Mercedes Báez, cabecilla del local, y su pareja, Isidro Antonio Jáquez Valerio, conocido como Megateo. Allí, mujeres y adolescentes eran explotadas sexualmente bajo amenazas, con sus documentos retenidos, sin contacto con el mundo exterior.


El precio de sus cuerpos oscilaba entre 300 y 500 pesos por encuentro. A veces más, según la cara del cliente. A una de ellas, madre de un niño de un año, se le impuso una deuda ficticia de 15 mil pesos como cadena invisible. Báez incluso intentó vender a su hijo por 200 mil.


Durante el allanamiento, los agentes encontraron lo que parecía el inventario de una pesadilla: una alcancía con monedas y nombres marcados, condones usados y nuevos, cuchillos, machetes, juguetes sexuales, una máquina tragamonedas, y un puñal de acero.


Había notas con montos adeudados, una menor de nacionalidad haitiana que llevaba dos años trabajando en el lugar, y otro niño de 9 años, viviendo entre paredes donde el abuso era rutina.


Cinco víctimas fueron rescatadas. Una de ellas, con su hijo de un año en brazos. Otra, con su hijo de nueve. Una adolescente. Todas atrapadas por la falsa promesa de trabajo y la red de manipulación de Báez y Megateo. Ellos lo llamaban negocio. La ley lo llama trata de personas y proxenetismo agravado.


La investigación, liderada por la Procuraduría Especializada Contra el Tráfico Ilícito de Migrantes y Trata de Personas (PETT) y la Fiscalía de Santiago Rodríguez, logró documentar cada aspecto del esquema criminal.


Las pruebas hablaban por sí solas: documentos, testimonios, evidencias materiales. La víctima principal tenía restringido el uso del teléfono, y sus documentos retenidos.


Lo que parecía un bar era, en realidad, una prisión disfrazada. Pero el final no fue el que los criminales esperaban.


El Ministerio Público, representado por Sumaya Rodríguez Matías, Rafael Bueno y Francisco David Guzmán, llevó el caso a juicio. El Tribunal Colegiado de Santiago Rodríguez, presidido por los jueces Robinson Rodríguez, Dayanara Peralta y Risel Peña, encontró culpables a ambos acusados.


Mercedes Báez fue condenada a 20 años de prisión y Megateo a 15 años, además del pago de 175 salarios mínimos cada uno como multa. Ella cumplirá condena en el centro de corrección para mujer

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NIURKA BAEZ,
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