martes, 29 de julio de 2025

 

unes, 8 de septiembre de 2014

¡Qué bellaquería!

La venganza es dulce
Hay una anécdota, que como me la contaron se la cuento.

Sucedió que cuando el grupo Aventura estaba en ciernes procuraba por todos los medios trabajar comoquiera y donde fuera.

Romeo y los integrantes del grupo andaban como dicen "con el cuchillo en la boca", buscándosela  en los restaurantes de la urbe de Nueva York en la época en que Aventura todavía no era famoso.

Los mismos donde los cantantes de aquí  trabajan para "poner el país en alto, triunfando en playas extranjeras".

A veces conseguían donde presentarse, pero era un proceso muy díficil, y más en Nueva York, donde los establecimientos de espectáculos no entran en eso de que un grupo no produzca lo que vale en la puerta, con la entrada que paga  la gente.

Cero sentimentalismo y ayuda, porque en esa plaza no se vive de eso.

Es un mercado donde hay, como  dicen, que "guayar la yuca" para ganarse los chelitos, diferente a nuestro país, que hay más botellas viviendo del cuento que huacales de refrescos.

Pues bien, el caso es que los muchachos de Aventura iban donde Leo Ramírez, de La Parrilla Latina, en busca de que los presentara en su establecimiento, y el hombre siempre le salía con una excusa piadosa de esas con las que se rebota a la gente sin que les duela.

-Por lo menos déjanos hacer un set de 45 minutos, Leo- le decían.

-No, porque ya  tengo la cartelera llena. Será en otra ocasión-respondía Leo.

Y  los muchachos se iban con un nudo en la garganta, pues no encontraban donde trabajar.

Pasó el tiempo...Aventura se convirftió en un "boom" mundial. El fenómeno del grupo se dejó sentir de un confín al otro del mundo, y la agrupación, hasta se convirtió en un grupo de conciertos, que ya no tocaba bailes, con presentaciones a nivel de grandes estadios y arenas en Estados Unidos , Europa, Suramerica. El fenómeno de Aventura no hay que explicarlo.

Una tarde se detiene un vehículo deportivo con los muchachos de Aventura frente a La Parrilla Latina y le dicen a alguien: "Búscame a Leo, dile que aquí está Romeo y Aventura".

Al instante salió Leo corriendo, jadeante, y cuando llegó donde los muchachos les dijo:

-¡Romeo,...muchachos, qué sorpresa, qué bueno, ustedes por aquí, en su Parrilla Latina. Su casa de siempre!

Dizque Romeo entonces le dijo:

-¡Ven contratame ahora!- y le dio un acelerón al vehículo que solo dejó el humito, dejando a Leo sorprendido, más caliente que su Parrilla Latina.

Dizque a lo lejos solo se escuchaba la risa de los de Aventura, mientras el carro desaparecía por las calles de New York.

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NIURKA BAEZ,
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