El fallecimiento de Angelita Curiel "la Mulatona", figura icónica del vedetismo criollo y estrella del recordado "Show del Mediodía", ha reavivado una conversación cultural importante: ¿quiénes fueron realmente las vedettes dominicanas y qué representaron en el entramado artístico y social del país?
Más allá del estereotipo, para comprender el legado de estas mujeres que no solo bailaron, cantaron o se vistieron de forma sugerente, las vedettes dominicanas fueron símbolo de empoderamiento, rebeldía artística y rupturas sociales en un país aún marcado por tabúes.
Vedettismo: mucho más que espectáculo
En la República Dominicana, el vedetismo floreció desde los años 50 hasta los 90, con mujeres que, en su mayoría, emergieron desde los cuerpos de baile de programas televisivos o espectáculos en vivo en hoteles y night clubs.
A diferencia de la visión frívola que muchas veces se les atribuye, estas artistas combinaron disciplina, versatilidad y carisma para construir carreras respetables en un medio que no siempre les ofrecía reconocimiento justo.
Como se reseña en el programa Trayectoria, de Juan Carlos Arvelo, no eran simplemente "figuras sensuales", eran mujeres que transformaban el escenario con energía, sátira, picardía y presencia. Las vedettes locales no fueron una copia de modelos foráneos como Iris Chacón o Yolanda Montes; supieron tropicalizar el arte, imprimiéndole merengue, folclor y dominicanidad pura.
Ellas: nombres que marcaron el escenario
A continuación, hacemos un recorrido por algunas de las figuras más representativas del vedetismo dominicano. Más allá del escote y las lentejuelas que lucían, cada una representó un matiz diferente del arte nacional.
Maria Antonieta Ronzino
Fue una de las pioneras del vedetismo criollo. Su elegancia escénica y su talento vocal la hicieron destacar desde las décadas más tempranas. Ronzino integró varias revistas musicales y fue referente de estilo en su tiempo.
Alexandra Johnson
Inició en 1968, a los 18 años, con una formación musical junto a Milton Peláez. Su boom llegó en "Los martes de Montecarlo", donde debutó como vedette. Grabó sencillos como "Tengo fuego" y "Oh Papá". Alexandra personificó el vedetismo clásico, sin perder sus raíces en el canto y la interpretación.
Gloria Normanda
Figura relevante desde los años 50, Gloria fue símbolo de sofisticación y destreza escénica. Se mantuvo como referente en revistas artísticas durante décadas, demostrando que el vedetismo era una carrera, no solo una etapa.
Mayra "El Ciclón del Caribe"
Carisma, controversia y sensualidad sin disculpas. Fue la vedette más popular de los 70 y 80. Su vínculo con artistas y figuras públicas la mantuvo en el foco, pero su verdadero poder estaba en el escenario.
Fue inspiración para la canción "Mayra" de Fernando Villalona. Tras años retirada en Miami, su figura sigue siendo símbolo de lo que significa impactar.
Taira Taí
Dueña de una estética particular y un baile magnético, Taira Taí combinaba lo teatral con lo tropical. Se le recuerda por sus espectáculos audaces y su capacidad para narrar con el cuerpo.
Marta Vargas
Graduada en el arte del baile bajo la tutela de Josefina Miniño, Marta brilló con su espectáculo "Bonito y sabroso", siendo galardonada en los Premios Casandra y El Dorado.
Fue una de las últimas vedettes en sostener el modelo tradicional en los 90, antes de que el género comenzara a diluirse con la llegada de lo "urbano".
Angelita Curiel "la Mulatona"
Recientemente fallecida fue una de las más polifacéticas del entretenimiento criollo: bailarina, actriz, humorista, cantante, productora de televisión.
Su paso por "El Show del Mediodía" la convirtió en un rostro familiar para miles. De raíces artísticas —hija del barítono Tony Curiel y la cantante Ángela Vásquez—, fue más que un símbolo sensual: una bailarina virtuosa que luego se transformó en actriz y humorista.
Su personaje "la Mulatona" nació del humor, pero ella lo elevó a categoría de ícono cultural. Su fallecimiento deja un vacío, pero también una deuda de memoria y justicia con su generación.
Francis Santini
Formada en Estados Unidos, "La Santini" trajo al país una visión escénica distinta, fusionando lo clásico y lo popular. Canciones como "Rayito de luz" y "Cariñito azucarado" le dieron espacio en la música y la televisión. Fue una de las pocas vedettes en articular un show propio con éxito.
Ivelisse Acevedo
Una figura con fuerte presencia en las revistas artísticas y de sólida formación como bailarina. Acevedo mostró que una vedette podía tener tanto control escénico como teatralidad.
Facely Domínguez
Inició como bailarina en cuerpos de revistas antes de lanzarse como vedette. Fue admirada por su disciplina y versatilidad, destacando también en la televisión.
Shasha
En los 90, Shasha supo mantener el interés del público y adaptarse a los nuevos formatos mediáticos. En 2015 anunció su regreso a los escenarios, confirmando que el vedetismo, aunque marginado, sigue latente en la memoria colectiva.
¿Dónde están las vedettes hoy?
El fenómeno vedette comenzó a desvanecerse en los años 2000, en parte por el cambio en los hábitos de consumo cultural, el cierre de muchos cabarets y clubes, y el surgimiento de nuevas formas de representación femenina en los medios. Muchas vedettes fueron relegadas por la industria, mientras otras se retiraron en silencio.
Pero su legado no puede ser reducido a una nota de nostalgia. Hoy, cuando el arte escénico reclama mayor diversidad y representación, la figura de la vedette resurge como símbolo de libertad estética y poder femenino.
Angelita Curiel y sus compañeras desafiaron a una sociedad conservadora desde un escenario iluminado. Lo hicieron con bailes, plumas, lentejuelas y carácter. Se les acusó de provocar, pero lo que realmente hicieron fue existir sin permiso. Y ese acto, en una época de censura moral, fue profundamente político.
Las vedettes dominicanas merecen un lugar de honor en nuestra memoria cultural. (Diario Libre)
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