lunes, 1 de septiembre de 2025

LO QUE DICE ANGEL PUELLO



Por Angel Puello


Una adicción que supera fronteras, afecta empresas y amenaza el futuro de miles de jóvenes y trabajadores en República Dominicana y el mundo.


¿Qué es la adicción a las redes sociales?


Para este artículo consultamos a profesionales de la salud mental para lograr un artículo que pueda ser útil.  La adicción a las redes sociales es un trastorno de comportamiento caracterizado por el uso excesivo, compulsivo y descontrolado de plataformas digitales como Facebook, Instagram, TikTok, WhatsApp, X (antes Twitter) o YouTube. 


No se trata simplemente de “pasar un rato” en el celular: hablamos de personas que sienten ansiedad si no revisan sus notificaciones, que interrumpen cualquier actividad para mirar la pantalla y que pierden horas enteras deslizando contenido sin sentido.


Al igual que otras adicciones, esta dependencia genera placer inmediato (likes, comentarios, interacción), pero a largo plazo provoca consecuencias graves en la salud mental, la productividad y las relaciones personales. Las redes sociales son positivas cuando se usan con moderación pero cuando no es así, se vuelven peligrosas.


Lo que provoca la adicción a las redes sociales


Los expertos dicen que las consecuencias son múltiples y alarmantes:


Ansiedad y depresión: el cerebro se acostumbra a la dopamina que producen las interacciones digitales y cuando no llega, aparece la frustración.


Pérdida de concentración: los constantes estímulos reducen la capacidad de enfocarse en tareas prolongadas.


Bajo rendimiento académico: estudiantes pasan hasta 6 horas diarias en redes, dejando de estudiar o entregar trabajos de calidad.


Problemas laborales: en vez de trabajar 8 horas, muchos empleados dedican hasta 5 horas a mirar videos, enviar memes o discutir en chats, lo que impacta directamente en la productividad de las empresas.


Ruptura de vínculos sociales reales: la familia y los amigos dejan de ser prioridad frente al celular.


Negocios que se tambalean por la adicción digital.


En distintos países, grandes cadenas de retail y empresas de servicios han advertido pérdidas millonarias por la baja productividad de empleados atrapados en las redes sociales. 


En Estados Unidos y Europa, restaurantes y oficinas han tenido que imponer bloqueadores de señal en ciertas áreas porque los trabajadores prefieren grabar videos para TikTok que atender clientes.


En Asia, estudios recientes muestran que algunos países ya consideran la adicción a internet como un problema de salud pública más grave que el alcoholismo juvenil.


En la República Dominicana el fenómeno también es evidente: Empresas locales han reportado retrasos en entregas y caídas en ventas porque sus empleados, en lugar de atender llamadas o clientes, están inmersos en Facebook o Instagram. 


No es raro entrar a un banco, una tienda o un servicio público y ver al empleado respondiendo un mensaje personal en lugar de atender al ciudadano.


Consecuencias en lo personal, el trabajo y los estudios


En lo personal: baja autoestima por compararse constantemente con la “vida perfecta” de otros, insomnio por revisar el celular de madrugada y aislamiento social en la vida real.


En el trabajo: retrasos, pérdida de clientes, baja productividad y hasta despidos por uso excesivo del celular.


En los estudios: Desinterés en las clases, distracción continua, y en muchos casos, deserción escolar o universitaria.


En la República Dominicana, se han registrado casos de estudiantes que llegan con las calificaciones más bajas porque pasan la noche en transmisiones en vivo, y empleados que enfrentan sanciones por dejar descuidadas tareas críticas mientras graban videos en horario laboral.


Una adicción muchas veces  más peligrosa  que el alcohol o el tabaco.


Expertos aseguran que la adicción a las redes sociales puede superar incluso al alcohol y al tabaco en términos de daño social.


¿Por qué? Porque es silenciosa, se disfraza de “normal” y es aceptada culturalmente. Un cigarrillo o una botella de ron en el trabajo generan rechazo inmediato, pero pasar horas en el celular es visto como algo “natural”, aunque tenga efectos igual o más devastadores.


¿Cómo saber si eres adicto?

Acciones que delatan la adicción a las redes sociales:

Revisar el celular cada pocos minutos aunque no haya notificaciones.


Sentir ansiedad si no hay internet o el celular se queda sin batería.


Interrumpir conversaciones reales para contestar mensajes.


Desvelarse viendo videos, reels o transmisiones en vivo.


Sentir que se pierde el control del tiempo: entras “5 minutos” y pasas 3 horas.


Descuidar responsabilidades laborales, académicas o familiares por estar conectado,


Posibles soluciones

Regulación personal: establecer horarios específicos para el uso de redes.


Apoyo empresarial: instalar sistemas de control en oficinas para garantizar productividad.


Educación digital: enseñar desde las escuelas los riesgos del uso excesivo.


Desintoxicación digital: practicar días o fines de semana sin redes sociales.


Terapia psicológica: en casos graves, buscar ayuda profesional.


Uso consciente: transformar el consumo pasivo en productivo (usar redes para aprender, trabajar o hacer crecer un proyecto personal).

Para  finalizar...

La adicción a las redes sociales es real, está presente y amenaza con convertirse en una de las pandemias silenciosas más dañinas de nuestro tiempo. 


No solo afecta al individuo, sino también a las empresas, la economía, la educación y la familia.


Un exámen, una empresa o incluso un matrimonio pueden fracasar si el celular se vuelve más importante que las personas.


Por eso, si conoces a alguien atrapado en esta adicción, haz un acto de bien: Comparte este artículo. Quizás esa acción sencilla de envíarle este artículo sea el primer paso para abrirle los ojos y ayudarle a recuperar el control de su vida.

Tengo que agregarle, a todo eso que dice ese formidable productor de televisión,  comunicador y estratega de imágen, Angel Puello, que en la televisión acontece algo nefasto.

Los programas matutinos usted los ve, que mientras un integrante está haciendo un comentario, los demás se mantienen pegados a su celular, viendo vainas, porque quizás ni tema tienen para participar en la producción.

Andan buscando material para hablar, en muchos casos mierda de temas y situaciones para engancharse en los mismos.

De eso hay que hablar y decirlo, rompiendo con aquello de que entre bomberos "no se pisan la manguera".


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NIURKA BAEZ,
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