Hola, Joseph:
En muchos lugares del mundo en el mes de diciembre se recibe un dinero extra. Algunos lo comienzan a gastar de acuerdo a lo que les queda. Otros saben aprovechar cada centavo. ¿Qué puedes hacer desde ahora para sacarle mucho provecho, Te cuento en este artículo.
Además, Joseph, te quiero invitar a nuestro webinario "Sácale el doble al doble" este miércoles 22 de octubre a las 7 p.m. hora de la Rep. Dominicana y del este de los EE.UU. No tiene costo, es un regalo de AFP Popular. ME QUIERO INSCRIBIR!!!
Algunas personas se lamentan sin parar. Eso hace de su vida, y los de su alrededor, una verdadera tortura. ¿Qué podemos hacer?
Bueno, si es otro no hay mucho que hacer. Pero si soy yo tengo en mis manos la solución.
Cuidado: Si te enviaron este artículo quizá te están diciendo algo que no se atreven a expresártelo. Es también una excelente noticia, posiblemente te andas autotorturando y no te has dado cuenta. Y lo mejor, tampoco sabes que tienes la solución.
Un indicador excelente de la autotortura es el lamento.
Las personas que se viven lamentando de lo sucedido, lo que no sucedió, lo que sucederá y lo que no sucederá tienen el toro agarrado por los cuernos, solo que en el mal sentido.
–¿Cómo así, Diego Sosa?
Ellos son los dueños de la situación que viven, pero es una horrible situación. Tanto para ellos como para los que a su alrededor están.
Convivir con esas quejas perennes es como irse desmoronando por dentro. Primero nos hace sentir mal, luego comenzamos a sufrir por ese ser querido.
–¿Qué pasa cuando es alguien que tenemos que soportar? Como en el trabajo, por ejemplo. Entrégale este artículo. Pero, sobre todo, no le dejes influenciarte.
Si es tu jefe y no tienes cómo cambiarlo, cambia de jefe. La vida es demasiado larga para sufrirla eternamente.
Lo peor de esta situación es que el lamento es altamente contagioso. Un lamentador profesional atrae a otros lamentadores e infecta hasta a los más positivos.
Decía que si soy el autotorturador tengo en mis manos la solución porque todo lo que yo hago lo puedo dejar de hacer. Es cuestión de decisión y persistencia. Sí, sé que algunos dicen, “yo soy así”. ¿Ves? Es decisión de cada uno, lo tiene en sus manos.
El trabajo no es fácil, pero sí es rentable. ¿Puedes detectar si te quejas o lamentas y cambiar a una acción que quite de enfrente lo que no te gusta? Te aseguro que con pequeñas decisiones obtendrás grandes beneficios.
Diego A. Sosa Sosa
Escritor, consultor y conferencista.
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