Joseph Cáceres

 Lcda. Raquel ha comentado "EMPEZO HAINA A MOLER...."

Luego de leer con detenimiento el artículo del periodista Claudio Acevedo, como psicóloga me resulta especialmente revelador el enfoque implícito —aunque poco explorado— sobre las dos personalidades diametralmente opuestas que encarnan el empresario digital Santiago Matías y el productor Ángel Puello.

Desde la psicología de la personalidad, es evidente que estamos frente a dos estilos de afrontamiento profundamente distintos. Santiago Matías proyecta un perfil impulsivo, dominante, confrontacional y provocador; una personalidad que opera desde la intensidad emocional, la irreverencia y, en ocasiones, la arrogancia como mecanismo de poder y posicionamiento. Este tipo de carácter suele desarrollarse como respuesta a entornos altamente competitivos, donde la fuerza, el ruido y la transgresión se convierten en herramientas de supervivencia y ascenso social.

En contraste, Ángel Puello representa un perfil reflexivo, sereno y analítico. Su conducta está mediada por el autocontrol, el respeto, la educación emocional y una fuerte base de valores cristianos. Psicológicamente, este tipo de personalidad tiende a observar antes de actuar, a procesar internamente los conflictos y a responder desde la razón más que desde el impulso.

Lo interesante —y poco analizado— es que ninguno de estos perfiles es absoluto ni permanente. La vida, en su dinámica diaria, nos expone a escenarios donde la adaptación emocional se vuelve clave para sobrevivir. En ciertos momentos, la realidad exige la osadía, la confrontación y la dureza de un Santiago Matías; en otros, demanda la calma, la prudencia y la templanza de un Ángel Puello.

Desde esta mirada, ambos no son opuestos irreconciliables, sino expresiones complementarias de la condición humana. La verdadera madurez psicológica no radica en ser uno u otro, sino en saber cuándo activar cada faceta sin perder la esencia ni el equilibrio interior.