miércoles, 31 de diciembre de 2025

Yolandita Monge es como la represa Carraízo que la vio crecer en su barrio en Trujillo Alto. Puede ser tan serena cuando las compuertas permanecen cerradas, pero de lo contrario, es la niña zajorí que se divierte caudalosamente, sin ocultar cada emoción, así sean las lágrimas que merecen caer.

Es su manera de vivir en libertad porque la vida de artista es difícil, aunque hace rato se desprendió de las expectativas como cantante, mamá, esposa, hermana e hija para darle paso a la verdadera creatividad.

“Ese zajorí es el que me mantiene. Yo siempre traté eso, lo aprendí muy temprano en la vida, a mantener a mi niña viva y cada ser humano debe de hacer eso. Una de las cosas más importantes que debe hacer es estar pendiente de que su niño esté siempre vivo y presente, porque si no, van pasando los años y te vas poniendo serio. Está bien ser adulto, pero también puedes jugar, puedes jugar mucho y se hace el camino mucho más divertido”, sostuvo Yolandita, quien vive la vida que quiere vivir.

Precisamente, como un juego comenzó el deseo de interpretar, pero a los 10 años, en un show de Tommy Muñiz se dio cuenta que ya era una artista que cargaba con una gran responsabilidad. Entonces, desde hace seis décadas, le canta al romance, a la melancolía, la soledad, a las despedidas, a los regresos y a las esperanzas también.

“Sí, puedo decir que me siento realizada, que me siento feliz, que me siento creativa, de hacer muchas cosas, cosas que la gente no estaba acostumbrada a verme. Me encanta ir a El Yunque, al Viejo San Juan, que es uno de mis sitios preferidos, y a veces con algunos amigos voy a explorar, porque yo conozco todo el País de noche, cuando voy a cantar en las fiestas patronales o alguna fiesta especial, pero de día no. Y de día las cosas tienen otros colores”, pensó la intérprete.

Una jibarita

A pesar de que su nombre ocupa un lugar importante en el escenario musical latinoamericano, Yolandita no se considera la mejor, ni especial, ni siquiera un ícono, pero el hecho de que otros le reconozcan su trayectoria, le emociona muchísimo, hasta las lágrimas.

“No me considero nada de eso. Yo soy una jibarita que salió de Trujillo Alto, del barrio Carraízo, donde está la represa esa que a veces la sueltan, ese caudal, y no hay nada que esté separado. Todo está en la misma unidad de una sola persona. No se puede dividir, no se puede separar y de alguna manera, en la historia de Puerto Rico, los artistas, los poetas, los pintores han puesto su pedazo”, aseguró.

En ese sentido, pensó en otros artistas de éxitos contemporáneos como Bad Bunny, a quien agradeció con voz entrecortada por regalar una obra cultural como Debí tirar más fotos.

“Viviré eternamente agradecida de este artista puertorriqueño, que me emociono de decirlo y mi corazón se emociona porque en este momento tan difícil en nuestro País, nos dio todo eso. Esta artista puertorriqueña que soy yo, lo agradecerá eternamente. De verdad que sí. Ay, me hiciste llorar, Bad Bunny”, soltó.

La jibarita que es Yolandita siente aún el sonido del coquí y la mancha de plátano que extiende hasta el escenario, porque no hay diferencia entre la que entrega su corazón en cada canción y la que se envuelve en actividades más sencillas como caminar, sentarse bajo un árbol o frente al mar.

“La vida es tan bonita, tiene tantas cosas hermosas y he estado en la otra parte, en las partes más oscuras. He estado sintiéndome muy mal. La diferencia es que dura cada vez menos. ¿Por qué? Porque hay una mujer creativa aquí que tiene una infinidad de cosas de poder hacer y de aprender”, estableció quien se siente como una “muchachita” de 20 años, entusiasta de las primeras veces y los nuevos proyectos, como la posibilidad de hacer teatro musical en 2026.

“Soy muy lanzada, me atrevo, y como pienso que tengo 20 años, nadie me puede decir que no. Tengo la fuerza y tengo el deseo de hacerlo y me emociono. Mis hijos me dicen la eternamente joven mamá”, contó entre risas.

Yolandita asegura ser una mujer bendecida, que aunque no está en sus planes, puede irse en cualquier momento.

“A mí el pueblo me lo ha dado todo. Cada vez que la gente me da un abrazo, una sonrisa, que me aplauden, esa es la medicina. Eso es”, señaló.



1 comentario:

  1. Yolandita es loca con un merengue que dice; "me lo lleve a los dos"

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NIURKA BAEZ,
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