DICE MIRIAM CRUZ DEBE
CONVERTIRSE EN SOLISTA
Por Johnny Arrendel
Hay asuntos de la farándula local que trascienden el análisis coyuntural de un profano que incursiona en esta página gracias a la benevolencia de su creador
En tal sentido, pido a Joseph Cáceres que desentrañe las realidades que subyacen en torno a la proyección de la merenguera Miriam Cruz.
¿Por qué mientras la mayoría de los artistas que han surgido a partir de un colectivo aspiran a posicionarse con su propio nombre, es decir de manera individual, hemos visto promociones de Miriam y su grupo para el mercado sudamericano y otros donde se venden como las “Chican originales”?
Cierto que no es despreciable el aval que representan la trayectoria y mercados alcanzados por el concepto Chicán, aún para una artista de la talla de la Cruz.
Sin embargo, es preciso tener en cuenta que Miriam como solista alcanzó gran estatura, e incluso, en su momento se le denominó como “la Megaestrella”.
Es inexplicable entonces, que si una figura logra proyectar su nombre como marca, que es un proceso arduo y costoso, de buenas a primeras se preste a subordinarse bajo una identificación grupal.
Ello, amén de que Wilfrido Vargas es quien tiene la posesión legal del nombre Chican, y en esa virtud se lo arrendó al empresario Evelio Herrera, quien lo explota.
De su lado, Belkis Concepción reivindica la creación de ese concepto, y se hace llamar “La Pionera”, en materia de formación y dirección de orquestas de mujeres.
Cuando Miriam anunció su reaparición hace algunos años, mucha gente pensó que su agrupación sería relanzada con nuevo formato, donde ella sería la única figura a resaltar.
Pero, ¡Oh sorpresa!, la merenguera retornó con su banda integrada por mujeres en su totalidad, e incluso, compartiendo el frente con sus amigas de antaño, Eunice y la guirera Teresa.
En reciente presentación de Miriam en la tele vimos que ahora sus músicos son hombres, y que ha incorporado como coristas a dos jóvenes, una chica y un muchacho, quienes no están al frente sino en un lateral.
Cáceres, lo que no comprendo es por qué Miriam insiste en mantener en el frente a tu buena amiga Eunice Betances, si ya no asume un rol tan activo de vocalista como lo tuvo en Chican y mas bien es simple corista, y también sigue delante Teresa, quien baila con gracia todavía, pero ya sin aquellos aires juveniles.
No creo que deba prescindir de ellas, sin duda son exponentes valiosas, pero sus roles podrían ser eventuales y con carácter especial y no de tan alto perfil regular.
Desde mi punto de vista, entiendo que en esta etapa hubiese resultado mucho más factible la promoción de Miriam Cruz como solista merenguera, al estilo igual o cercano con que se vende a Milly Quezada.
FOTOS
1.- Teresa, Miriam, Eunice
2.- Miriam Cruz
