Mucha es la gente que se ha divertido con la anécdota que contamos aquí en torno al accidente del cronista de arte Pedro Araújo, cuando fue impactado por una motocicleta, y el que resultó lesionado fue el motorista.
Pero hay otros curiosos accidentes entre la gente del arte que pienso debemos contar.
En una ocasión el fenecido comediante Julio César Matías (Pololo) conducía su vehículo por la avenida George Washington, en el malecón de la capital.
De repente sintió un fuerte impacto por detrás. Alguien se le había estrellado.
Pololo se detuvo a un lado de la vía. Cuando se desmontó para ver el estado del automóvil y saber quién lo chocó. Y !oh sorpresa!.. era nada menos que un hijo suyo quien manejaba un vehículo que también era propiedad de Pololo.
!Vaya usted a ver qué coincidencia!.
Su carro con el baúl abollado y el otro que también era suyo con la parrilla y el bonete deformado.
Lo grande del caso es que cuando Pololo fue a reclamar el arreglo de los dos vehículos en la compañía de seguro no le querían recibir el reporte, pues no entendían cómo habían podido chocar al mismo tiempo dos vehículos suyos. Pensaron que se trataba de un chiste o de un relajo del comediante.
Otro curioso choque fue el de Johnny Ventura en una ocasión en que venía manejando desde el interior del país. De repente se le cruzó en la vía un caballo, y Johnny no pudo evitar el impacto.
Se le dañó el vehículo, el caballo quedó muy mal parado,
pero a Johnny no le pasó nada.
Al otro día titulamos en El Nacional: “Caballo Choca
Caballo”.
Pero el más loco de todos los “choques locos”, fue el de Cachuco, un músico de la orquesta de César Nicolás en Miami.
Cachuco conducía una motocicleta de las que usaban los “hippies” en los años setenta a toda velocidad por el Palmeto de Miami City.
De repente se encontró con un jeep descapotado y lo impactó por detrás.
Salió disparado, dando una suerte de voltereta en el aire para caer en el asiento delantero al lado de una mujer que conducía el jeep descapotado.
Ni que fuera una película de James Bond.
La mujer dio un grito al encontrarse de repente con este tipo con ese casco protector al lado suyo, y con el nerviosismo aceleró el jeep hasta ir a parar al estacionamiento de una bomba de gasolina de donde salió huyendo gritando !help!, !help!.
A Cachuco le costó trabajo que le creyeran lo que le había sucedido.
Por suerte, la policía encontró la motocicleta toda vuelta un cebo, con lo que Cachuco pudo lograr que le creyeran la ocurrencia.
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