El problema de algunos “managers” de artistas y de grupos musicales dominicanos es que no saben ponerse en su sitio y trabajar con buen criterio para el jefe y patrón.
Por el contrario, quieren a veces hasta competir con el artista.
Andan por ahí de lo más “emperifollados” queriendo aprovecharse de las fanáticas que van detrás del artista.
Cualquier “pajuilita” que se acerca a buscar un autógrafo o a tomarse una foto con el artista es “atrapada” a su vez por ciertos “managers”.
La chica va con la intención de “tirarse una foto” y el manager aprovecha para querer “tirarse la muchachita”. Tiradera total!.
En ese afán aveces caen en un gancho, como le sucedió a Pequi Romero cuando era “manager” de Toño Rosario.
De buenas a primeras el hombre se montó en una jeepeta Land Cruiser del año y le compró una Pathfinder a su mujer.
Imaginese usted, hacer eso en una empresa donde Toño es el “pato macho”.
Debió pensar que al dar un paso como ese iba a afectar la vanidad de un artista como Toño.
Un merenguero que se fue a vivir a Miami para hacer desde allí ostentación de yates, autos de lujo y mansiones que, aunque eran alquilados, con el “bulto” que se hacía en la prensa la gente creía que eran propios.
Cómo podía un “manager” tener un carro más caro o igual al del jefe?
Eso era como echarle una vaina al cuco...
De las consecuencias no hay que hablar, porque después de eso “Pequi pasó a mejor vida”, y no precisamente en el sentido exacto de la palabra.
Con la caida, hasta se fue a vivir a la gran nación del norte. Está vivo...pero descansa en paz.
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